Casey Mears consiguió este fin de semana su primera victoria en la Nascar Nextel Cup sobre el Lowe’s MotorSpeedway de Charlotte, en la prueba de la Coca-Cola 600, la carrera más larga de la Nascar (este año, 4 horas y 36 minutos). Buena parte de la “culpa” de esta victoria la tuvo su jefe de equipo, Darian Grubb, quién decidió tomar una arriesgada decisión de no parar a repostar en las últimas 10 vueltas de la carrera, cuando así lo hicieron los pilotos punteros. De hecho, esta misma estrategia la siguieron todos los pilotos que acabaron finalmente en las 5 primeras plazas de la carrera. De esta forma, Casey Mears, intentando pilotar ahorrando el máximo combustible posible, se llevó la victoria, pero su Chevrolet, seco de combustible, empezó a pararse en la vuelta de honor. De un pelo.
El resto de clasificados también fueron sorprendentes, debido a la arriesgada estrategia: J.J. Yeley (2º), Kyle Petty (3º), y, sobretodo, un gran Brian Vickers (5º) que dio a Toyota el mejor resultado de su corta carrera en la Nascar Nextel Cup. Como dato curioso, el que era líder en la vuelta 393 de 400 cuando entró a su último repostaje, Tony Stewart, acabó finalmente sexto. La carrera estuvo repleta de incidentes, con un total de 13 periodos de bandera amarilla (9 de ellos por accidente) durante un total de 61 vueltas. El líder de la general sigue siendo Jeff Gordon, pese a no acabar esta prueba.