11 puntos en cuatro carreras. Ese es el escaso botín de Kimi Räikkönen en las cuatro primeras carreras del año. Siendo malos, si siguiera en Lotus, la escudería británica podría permitirse su sueldo. Pero por desgracia para ellos, Ferrari se hizo de nuevo con los servicios del piloto finés y el año en el que tenía que conseguir puntos es este.
Tras dos temporadas sabáticas destrozando coches de rallyes y dos más cosechando unos magníficos resultados, Räikkönen regresó casi por todo lo alto a Ferrari. La escudería italiana, por primera vez en muchos años, confiaba en dos pilotos número 1 para regresar al camino de los títulos. Algo que de momento no está funcionando.
Pero tras cuatro carreras ya sabemos que para ver a Kimi Räikkönen luchando por algo más que coger algún que otro puntos vamos a tener que esperar alguna carrera más. y es que desde el comienzo de temporada se ha visto al piloto luchando con el monoplaza. Quizás sea falta de adaptación pero hoy por hoy el teórico co-número 1 de Ferrari está lejos de aportar aquello para lo que se le ha contratado.
Ahora mismo, Räikkönen es duodécimo en la clasificación con un séptima posición, la conseguida en el primer gran premio del año, como mejor posición. Ya no sólo no aporta resultados si no que ahora mismo, Ferrari está luchando por el campeonato de constructores, el olvidado pero deseado, casi únicamente con los puntos aportados por Fernando Alonso. Y es que con Mercedes AMG destacándose, ser el segundo entre los constructores va a ser una lucha sin cuartel en la que ahora mismo hasta Force India está involucrada.
Sea como fuere, una vez más, el tiempo coloca rápidamente a otro gran piloto como gregario de Fernando Alonso. Quizás muchos pensaban que el finés iba a ser capaz de ponerle las cosas difíciles al asturiano. Nada más lejos de la realidad. Y pensar que la gran sorpresa de la temporada, Nico Hülkenberg, pudo ser piloto de Ferrari para esta temporada por mucho, mucho, menos dinero. Quizás en la escudería italiana pensaron que a Iceman le debían algo...