Recientemente, Pirelli está en el ojo del huracán por los cambios que plantena de cara a las próximas carreras en sus compuestos de 2013. La opinión pública está dividida, en gran parte porque unos sienten que se favorece a un equipo y otros sienten que los cambios tienen que hacerse. También se ha hablado mucho sobre el sistema de clasificación actual. Gusta, esto está claro, pero tiene fallos (como todo) y no convence esto de ver a pilotos que no salen en la Q3, adulterando así la última parte de la sesión.
Precisamente por ello, nos planteamos hoy en un pequeño estudio si sería válido el concepto de los neumáticos de clasificación en la Fórmula 1. En realidad, lo que haremos es proponer unos pequeños cambios en el formato actual de la sesión clasificatoria del sábado, que sin cambiar demasiado, puede aún ser mejorada. Pero antes de movernos en esa dirección y detallar los cambios que se producirían en esta variante del sistema actual, tenemos que presentar al principal protagonista que nos sacamos de la manga; el nuevo neumático de Pirelli.
Pirelli fabricaría un neumático de clasificación que sería aún más blando y que tendría más agarre que el superblando de color rojo. Evidentemente, en según qué circuitos sería un neumático que habría que cuidar muy bien para que tuviera una vuelta rápida, mientras que en circuitos como el de Mónaco quizás podrían llegar a sacarse dos vueltas. El color elegido es el morado, por lo que resalta en comparación con los demás colores, por lo agresivo que resulta a la vista y por ser el color que denota el parcial más rápido en los sistemas de tiempo. Funciona bien tanto a nivel práctico como en el marketing.
Evidentemente, un neumático así requiere una gestión muy particular, además de unos pequeños cambios en el reglamento concerniente a la sesión clasificatoria. En este caso, escogemos mantener la Q1 tal y como está hoy en día. El formato es correcto, permite ver luchas y momentos interesantes y no hay necesidad de cambiarlo para acomodar los nuevos neumáticos de clasificación. Es cuando llega la segunda parte, que empezamos a ver diferencias esenciales.
De la misma forma que en la actualidad, los diez primeros pasarían a la Q3. En este sentido, la lucha se mantiene intacta, aunque con un "pero". Los diez pilotos deberían salir el domingo con los neumáticos que hubieran utilizado durante la Q2. Esto nos daría situaciones interesantes, donde un piloto se arriesga y lo da todo para intentar meterse en la Q3, sabiendo que no le van a faltar neumáticos. Esto daría otra cosa buena, y es que veríamos más espectáculo en esos últimos momentos, pero ya llegaremos.
Evidentemente, puesto que la elección de los neumáticos es libre tan solo hasta la Q2, la FIA podría seguramente dar dos juego de neumáticos menos a los equipos. Uno menos de los "prime" y uno menos de los "option". Así, la gestión de los neumáticos en la Q1 y Q2 seguiría siendo tan importante como hasta ahora. Los pilotos deberían seguir yendo con cuidado con los neumáticos, aunque ahora ya no serviría guardárselos en la Q3, puesto que guardárselos en la Q2 significaría salir en decimoséptimo lugar, y no décimo.
Se eliminaría así una de las partes más criticadas del sistema actual de clasificación. Pero, ¿qué sucedería con aquellos que entraran en la Q3? Muy sencillo. La FIA puede controlar que los neumáticos usados en la Q2 fueran los que se montaran en la carrera, y mientrastanto Pirelli entregaría a los equipos dos juegos del neumático de clasificación, que sería conocido internacionalmente como "Qualifying Tyre", claro. Pirelli se encargaría de hacerlo conocido y darle la importancia que merece, como ha hecho con los distintos compuestos que existen hoy en día.
Los últimos diez minutos serían sin concesiones. Diez pilotos dando el todo por el todo para obtener una vuelta perfecta sin tener que pensar en los neumáticos, en cuidarlos, en mimarlos y en no hacer frenadas duras. Los participantes podrían ser un poco más agresivos con un neumático que en el peor de los casos, les duraría al menos una vuelta rápida, y teniendo dos juegos, siempre hay una posibilidad de enmendar un error. Algunos dirían que sería algo demasiado parecido a una "superpole" a una vuelta.
Pero los neumáticos de clasificación con agarre extra le darían una dimensión distinta a una parte final del sábado digna de disfrutar. Como es lógico, neumáticos más blandos significan que algunos coches se adaptarían mejor a ellos, mientras que otros tendrían más problemas. Pero, como ya dicen muchos de los protagonistas este año, los neumáticos son los mismos para todos y es trabajo de los equipos el fabricar un coche que saque el máximo partido de ellos.
Un cambio que, sin ser radical y sin cambiar la fisonomía de la sesión clasificatoria actual, la daría un giro único a la vez que espectacular. Además, funcionaría desde el punto de vista de marketing, con el color del neumático escogido para hacer pensar en la pole position. Fórmula 1 en estado puro; sentido del espectáculo y sentido del negocio. ¿Se animará Pirelli con algo así?