De los accidentes que se pueden ver en el video, os aseguro que ninguno ha tenido como consecuencia que el piloto dejase las carreras, y ni mucho menos hay ningún accidente mortal en estas imágenes. La seguridad del cockpit de los coches NASCAR es simplemente espectacular, y aún podría decir más: hay quien dice que el récord de vueltas de campana en un coche de competición son siete, pero con un poco de habilidad seguro que podemos contar más en alguna de las piñas.
El momento triste del video es el final, cuando sale Dale Earnhardt, el famoso número 3. Su accidente no fue ni la décima parte de espectacular que cualquiera de los del video, pero en él se partió el cuello en un impacto, y murió instantáneamente. Un fallo en las sujeciones del backet hizo que al chocar contra el muro se soltase el asiento del chasis, y se fuera libremente hacia delante, chocando con el volante.
Y es que por mucha seguridad que haya, nunca se está libre al 100% de los fallos mecánicos, o en este caso, fallos de montaje.