Por segundo año consecutivo, la pareja formada por Carlos Sainz y Luis Moya se volvía a reunir con motivo del Rally de España de Históricos. Sobre la misma montura que en 2012, un Porsche 911 SC, y todavía con mucha nieve en las cunetas, el “matador” dominó la prueba a placer. Algo que se demuestra claramente los 8 mejores tiempos, de diez posibles, que consiguió Sainz.
El viernes se disputaban los cuatro primeros tramos del rally. Sainz volaba sobre el coche de la marca de Stuttgart y aventajaba en casi cuarenta segundos al Lancia 037 de Pedro. El italiano no sólo tenía que preocuparse de que Sainz se le fuera, sino que Jesús Ferreiro estaba acechándole a los mandos de un Porsche 911 RS. Al final del primer día, el gallego se quedaba a sólo 14 segundos de distancia del trio transalpino.
Los problemas con el acelerador de Sainz le obligaban a tomarse un respiro, algo que daba un respiro a sus rivales. El que comenzaba al ataque la segunda etapa iba a ser Ferreiro, que en tres tramos era capaz de remontarle la distancia a Pedro y situarse como nuevo segundo clasificado. Un lugar del que finalmente no le moverían sumando unos importantes puntos para el Campeonato de España (recordemos que no puntuaban para el campeonato FIA).
Carlos Sainz y Luis Moya terminaban a lo grande, con tres scratch en las últimas tres especiales del rally que no hacían más que certificar su dominio con mano de hierro demostrado durante toda la etapa. Terceros eran los italianos del precioso 037, seguidos de Fernando Piñeiros y su Porsche 911 T y del hermano de Carlos, Toño Sainz, que era quinto también con un Lancia 037.
Foto | Rally of Spain