Tengo que reconocerlo: Sebastien Buemi es un piloto que nunca me ha despertado ninguna atención especial, y su ascenso este año a Toro Rosso lo recibí sin demasiado entusiasmo. Partiendo de esa base, reconozco que el joven piloto suizo me ha impresionado, no sólo hoy, sino durante todo el fin de semana del Gran Premio de Australia.
Supongo que suplir la baja de Sebastian Vettel no es nada sencillo para cualquier debutante, pero Buemi ha demostrado con su carrerón de hoy que no va a afrontar la temporada a la defensiva. Reconozco que soy de los que defendía que Sebastien Bourdais podría hacerlo realmente bien con unos monoplazas de agarre más mecánico y con slicks, pero la realidad es que en la calificación de ayer, el rookie Buemi le metió casi medio segundo a las primeras de cambio.
En la carrera de hoy, para seguir demostrando que lo de ayer no fue casualidad, Sebastien Buemi se ha mostrado un piloto consistente (rodó 25 vueltas en los puntos, llegandoa ser 4º circunstancialmente) y rápido, apretando en determinados momentos a pilotos que todos hacíamos luchando más adelante. Al final, gracias a los abandonos, el suizo se ha llevado un puntito de su estreno en la Fórmula 1, y desde luego, nadie puede decir que no se lo había merecido. Sí, Bourdais ha entrado justo detrás suyo en meta, pero si miramos, por ejemplo, la vuelta más rápida en carrera de ambos pilotos, Buemi aventaja en 6 décimas al francés. No hay excusa.