En plena expectativa por conocer al sustituto de Mark Webber, el ex piloto de Toro Rosso, Sebastien Bourdais, recordó su pasantía por la escudería de Faenza. En aquel entonces, el francés había conquistado un título en la Fórmula 3000 (2002), cuatro títulos consecutivos de la Champ Car (2004, 2005, 2006 y 2007) y era el más claro aspirante para unirse a Red Bull. Pero Bourdais jamás imaginó que un novato alemán llamado Sebastian Vettel sería su punto de comparación.
Bourdais admite que Vettel se integró perfectamente a Toro Rosso y fue capaz de dominar el coche hasta llevarlo a un nivel inalcanzable para él. No se avergüenza de aceptar ese hecho puesto que Vettel ha demostrado mucho talento y todavía su espiral ascendente no se ha detenido. Pero advierte que, desde entonces ningún otro gran competidor ha llegado a Toro Rosso, así que resultará complicado para los jefes de Red Bull tomar una decisión porque Daniel Ricciardo, principal candidato para ser promovido, no se vislumbra como un fuera de serie. Por otra parte, si no resulta elegido, Red Bull tendrá que reestructurar su política interna en cuanto al programa de jóvenes pilotos porque los objetivos no se están logrando.
En palabras de Sebastien Bourdais:
La gente se quejó de los días en que (Michael) Schumacher dominó la categoría pero te digo que la era de (Sebastian) Vettel podría ser peor. Cuando estuvimos juntos, durante el primer tercio de la temporada, el rendimiento era muy similar. Entonces llegó el coche nuevo y el equipo Toro Rosso no tenía los medios ni para desarrollar ni para adaptar el monoplaza a un conductor en particular. Pero Sebastian fue capaz de superar los problemas, controlar el coche y hacerlo ver rápido. Allí me di cuenta de su capacidad excepcional. Ambos tuvimos problemas con el personal porque los mecánicos no dominaban el idioma inglés. Para mí era peor porque tenía una familia que me esperaba en casa y por eso no me preocupé por aprender italiano. Pero Sebastián sí dedicó tiempo y energía para aprender y así comunicarse mejor con el equipo.
Vía | autoblog