No me voy a dar por vencido. Sebastian Vettel es claro en su aproximación al Gran Premio de Brasil. El alemán considera estúpido pensar que aún no puede aspirar al título y por ello ha prometido que va a continuar luchando. Vettel va a morir de pie. Y su primera batalla será en Interlagos, una carrera en la que el año pasado, a pesar de salir desde la pole, tan sólo pudo ser cuarto. Por cierto, ganó Mark Webber. Para Vettel, el campeonato aún está muy abierto.
Cuestionado sobre un posible apoyo a su compañero Mark Webber, Vettel responder que eso queda muy lejos y que primero tiene que concentrarse en sus opciones. Declaraciones que están en consonancia con las realizadas por el que paga las facturas, Dietrich Mateschitz. Lucha hasta el final y ni hablar de dejarse pasar.
Ganas por un lado, técnica por otro. Para tratar de reducir la ventaja a la mínima expresión, Sebastian Vettel contará con un motor que vivirá en Interlagos su tercera carrera del año tras ser utilizado en el Gran Premio de Alemania y Singapur. 1066 kilómetros a sus espaldas de los 2000 kilómetros de vida que tiene un motor de Fórmula 1.
En el caso del propulsor utilizado en Corea del Sur, el abandono del alemán se debió a la rotura de la biela del cilindro número 4. Ese motor había recorrido 1600 kilómetros hasta que dijo basta.
En Racingpasión | GP de Brasil 2010