A ningún piloto le gusta ser superado por su compañero de equipo, mucho menos si eres cuatro veces Campeón del Mundo de Fórmula 1 y tu equipo pasa por una mala racha. Eso es lo que debió pensar Sebastian Vettel tras el pasado Gran Premio de Canadá. Tras salir en tercera posición de parrilla y realizar una gran salida en la que superaba a Lewis Hamilton, la velocidad del motor Mercedes le devolvía pronto a la cruda realidad.
Unas vueltas más tarde, la parada en boxes le dejaba detrás del Force India de Nico Hulkenberg. Un monoplaza que de nuevo contaba con una punta contra la que el Red Bull de Vettel poco podía hacer. El alemán, que había felicitado deportivamente a Daniel Ricciardo por su primera victoria en el Mundial de la Fórmula 1 se despachaba a gusto contra el escaso rendimiento del RB10 y la fallida estrategia de la escudería de las bebidas energéticas.
Pido disculpas, pero de una vez por todas hay que decir que con este pepino en las rectas no vamos a ir a ninguna parte. Es frustrante perder potencia en días como estos, cuando la victoria estaba en la mano. No estoy aquí para terminar segundo o tercero. Me hubiera gustado un movimiento estratégico un poco más inteligente por parte del equipo, pero no fue así y se nos escapó la victoria.
Vía | Omnicorse