Ayer concluyó la pretemporada de la Fórmula 1 con una jornada pasada por agua en el Circuit de Catalunya. Red Bull tuvo la suerte de no haber planeado tomar parte en esa sesión, por lo que se libraron de uno de esos días de pretemporada que resultan ser de todo menos productivos.
El balance final de la pretemporada para Sebastian Vettel ha sido bastante positivo. El alemán ha quedado contento con el rendimiento ofrecido por el RB7 en los diversos test de pretemporada. Su opinión acerca del nuevo monoplaza de la escudería de las bebidas energéticas es más que satisfactoria.
Las palabras del alemán fueron las siguientes:
La preparación ha sido buena. Ha sido un invierno largo e hicimos un montón de kilómetros, creo que más de los que nunca hemos hecho durante los test, algo que es positivo. Ahora nuestro objetivo es Melbourne. Si me preguntas por el rendimiento, todo lo que puedo decir es que no tengo ni idea de dónde estamos, y, como siempre digo, es imposible de saber hasta que lleguemos a Australia. ¿Pero estoy de buen humor? Sí, ¡creo que lo estoy!
Ian Morgan, ingeniero jefe de pista, está de acuerdo con los que las pruebas de cara a la primera carrera han ido según lo previsto:
Tenemos un coche fiable, que ha sido bueno desde el principio, y el rendimiento tiene buena pinta también. Nunca sabrás cómo están las cosas hasta el final de la Q3 en Melbourne, y aunque siempre hay cosas a mejorar, creo que hemos hecho los deberes.
Si en Red Bull han conseguido afinar la fiabilidad de sus monoplazas, el resto de equipos ya pueden echarse a temblar. Un Red Bull RB7 que no tenga los problemas que sufrió su antecesor es un rival temible.