Hace unos meses comentábamos que Michael Schumacher se había convertido por obra y gracia de una empresa de bebidas alcohólicas, embajador de la responsabilidad social al volante.
Unos meses después tenemos una de las contribuciones del kaiser, otro pequeño papel, aunque esta vez no ha tenido que vestirse de romano. Poco a poco, gracias a campañas como esta, las propuestas hechas por las administraciones tanto locales como nacionales o de otras grandes empresas, los conductores se van concienciando de que quien conduce no ha de beber.
Vía | Jalopnik