La Fórmula E ha vuelto en Putrajaya, Malasia, en un circuito que ha dado más oportunidades y emoción que el de Pekín. La carrera ha sido divertida, con muchos incidentes, remontadas y adelantamientos. Sam Bird se ha llevado la victoria, seguido de Lucas di Grassi y Sebastien Buemi. Los españoles han puntuado.
E-Dams ha vuelto a tener una oportunidad de lujo para conseguir la victoria en el segundo ePrix de la Fórmula E pero se han vuelto a quedar con la miel en los labios, a pesar de haber completado una excelente carrera. Nicolas Prost logró la pole, pero por la sanción que arrastraba desde China por su golpe con Nick Heidfeld, la cedió a Oriol Servià, que lideró las primeras vueltas de carrera.
El catalán salía por delante de Sam Bird, y Daniel Abt. En las primeras vueltas consiguió mantenerse en primera posición, incluso a pesar de que saliera un safety car por un golpe de Katherinne Legge con Michela Cerruti, pero desafortunadamente después de la marcha del coche de seguridad Oriol no pudo hacer nada para mantener detrás a un rapidísimo Bird. Abt, con problemas, cayó varias posiciones y fue el primero en entrar a boxes a cambiar de coche, antes de llegar a mitad de carrera., lo que le hizo tener problemas más tarde.
Mientras tanto, en pista, hubo mil y un cambios de posición, lo que ha sido muy positivo para la categoría y carrera. Jarno Trulli se colocó en posiciones de podio, Franck Montagny puso la emoción por detrás y Nick Heidfeld ha vuelto a abandonar por accidente. El alemán sufrió un toque de Montagny que le llevó contra el muro.
El momento decisivo ha llegado, sin duda alguna, en el cambio de coche, que ha comenzado mediada la carrera, con la bandera amarilla por la parada en pista (probablemente sin batería) del joven debutante Matthew Brabham, que estaba haciendo una muy buena carrera. La gestión del tráfico y del tiempo en boxes ha sido decisiva, así como la vuelta de llegada al improvisado pit-lane. Sam Bird, que entró último con un 3% de energía, salió segundo, pero en pocas vueltas consiguió adelantar a un Abt que se quedaba sin electricidad para acabar la carrera. Di Grassi, Buemi y Prost, que salían desde atrás, dieron un enorme salto en la clasificación y se colocaron tras el británico de Virgin. Servià, que tenía posibilidades de llegar al podio antes de las paradas, tuvo un problema en el cambio, al no entrar la marcha en su segundo coche.
En las últimas vueltas Bird se escapó, llegando a tener una ventaja de cuatro segundos sobre Di Grassi. Más atrás, mientras todos gestionaban la energía para llegar al final, Bruno Senna puso la 'chispa'. Adelantó a Nicolas Prost y se acercó a Buemi para hacerse con el podio, pero justo antes de llegar a la horquilla sufrió un fuerte accidente que le dejó sin opciones de puntuar.
Pocos segundos después Bird cruzó la línea de meta en primera posición, seguido de Lucas di Grassi y de Sebastien Buemi. Oriol Servià ha sido finalmente séptimo y Jaime Alguersuari, con vuelta rápida incluída, noveno. La carrera, sin duda, ha tenido más emoción que la de China y la organización ha hecho mejoras. La vuelta de formación se ha eliminado con el objetivo de no consumir energía, se ha mostrado en pantalla el uso del fanboost (obligado a su uso), se ha eliminado la música en las retransmisiones y las cámaras se han centrado menos en los cambios de coche, lo que en Pekín llegaron a aburrir.
En definitiva se ha demostrado que con un buen circuito, la Fórmula E puede ofrecer carreras emocionantes, aunque aún queda mucho por mejorar, como por ejemplo que la organización mejore el uso de los rótulos durante la retransmisión y señale el nombre del piloto que está en pista con más frecuencia. Pero a pesar de todo, Putrajaya, la ciudad en la que brilla la tecnología, deja buen sabor de boca. Próxima cita, el próximo 13 de diciembre en Punta del Este, Uruguay.
