El presidente de la organización Gran Premio de Australia, y administrador del circuito Albert Park, todavía no sale de su asombro tras observar lo sucedido en la carrera que promovió. Su inconformidad es tal que amenazó con demandar a Bernie Ecclestone y además comunicó su decisión de no renovar el contrato de la Fórmula 1 en los años por venir.
Walker, quien ha sido garante del Gran Premio australiano desde 1993, indicó que le resulta más rentable cambiar a la IndyCar porque los fanáticos australianos quieren ver acción en la pista. Seguir con la Fórmula 1 significaría avalar las políticas de la FIA y eso es ilógico. Agregó que otros promotores de Grandes Premios se reunirán en Bahrein para organizarse y hacerle frente a los jefes de la FIA, responsables directos de lo que está sucediendo.
No hay interés en regresar el año próximo para ver lo que vimos; es difícil vender entradas así, pero lo que más molesta es la arrogancia de Jean Todt para defender unos motores que ni siquiera suenan a Fórmula 1. Por eso pensamos traer a la IndyCar, eso sí sería un gran cambio para nosotros. Hicimos una encuesta entre los fanáticos y ellos no se preocupan por la economía de combustible. Lo que quieren ver es que los pilotos sean gladiadores que luchen unos contra otros sin tener que preocuparse por la gasolina. Los promotores nos vamos a reunir, tenemos que hablar con una sola voz porque no vamos a renovar nuestros contratos si la FIA continúa por este camino... Cómo se les ocurre eliminar el ruido de los motores cuando es un elemento esencial del espectáculo. La Fórmula 1 tenía una reputación y la están destruyendo.
Vía | nextgen auto