No sabemos si habrá sido gracias a una intervención divina del Vaticano, a que simplemente la suerte le acompañó o más bien a que las medidas de seguridad de su Fórmula Uno funcionaron a la perfección, pero lo cierto es que Robert Kubica reaparece hoy en el Gran Premio de Francia.
Diecinueve días después de su grave accidente en Montreal, el piloto polaco de BMW Sauber volverá a subirse hoy a su F1.07 y participará con total normalidad en la primera jornada de entrenamientos de este fin de semana en Magny Cours. Kubica superó sin ningún problema el examen médico al que fue sometido ayer por la FIA y recupera su asiento para esta octava prueba del Mundial.
Robert ha comentado que "me encuentro estupendamente" y ha asegurado que está deseando volver a competir. Lo cierto es que parece casi imposible que su terrible accidente en Canadá sólo le haya hecho perderse la carrera de Indianápolis. Milagro no sé si es, pero se parece.
Vía | Autosport