La temporada 2013 pasará a la historia como la primera vez que el equipo Ford no toma la salida tras una larga participacion ininterrumpida en el Mundial de Rallyes a sus espaldas. Desde el año 1997 la marca del ovalo había confiado y patrocinado al equipo M-Sport de Malcolm Wilson para que el británico se encargara del programa de la marca en el WRC. Desde entonces ha habido muchas victorias y dos títulos de constructores, pero ningún título de pilotos.
Ayudado por la crisis económica mundial, Ford decidía hace un mes que ya no iba a continuar derrochando dinero en un campeonato en el que llevan sin conseguir entorchados en los últimos cinco años. 2012 ha sido una buena muestra del descontrol que había en el equipo. El fichaje de Petter Solberg llegaba con el objetivo de aportar experiencia y estabilidad al equipo, mientras que Jari-Matti Latvala era el principal candidato a disputarle el campeonato a Sébastien Loeb.
La cosa comenzaba bien, ya que el noruego traía un sistema de respuesta del acelerador que hacía que los problemas que había tenido hasta ahora el Ford Fiesta RS WRC con el motor se solucionarán. Solberg realizaba un gran trabajo en Montecarlo, llegando al tercer escalón del podio en su debut con el equipo. Por su parte, Latvala comenzaba muy fuerte, sin embargo a las primeras de cambio se quedaba fuera de carrera. Mala forma de empezar para el que estaba llamado a poner en aprietos al por aquel entonces ocho veces campeón del Mundo de Rallyes.
El finlandés se quitaba la espinita en Suecia, dónde conseguiría su primera de las dos victorias que lograría durante el año. Petter en cambio acumulaba error tras error y se quedaba en la cuarta plaza. A partir de aquí el annus horribilis de la marca. Los pinchazos y el accidente Latvala en la recta final de la prueba dejaban sin opciones en México, mientras que en Portugal, el diluvio de la segunda etapa dejaba fuera de carrera a ambos pilotos cuando Loeb ya no estaba en carrera y podían recuperar unos más que valioso puntos.
La rotura de la clavícula izquierda de Latvala daba la oportunidad a Dani Sordo de montarse en el Ford Fiesta RS WRC número tres en Argentina. Sin embargo los problemas mecánicos dejaban al cántabro fuera en el último tramo del rally. Solberg por su parte sufría una misteriosa rotura de la dirección que le obligaba a hacer un recto y a abandonar.
El Acrópolis iba a ser la prueba definitiva para saber si los Ford iban a poder estar en la lucha por los dos títulos. Sin embargo, los pinchazos y un nuevo accidente de Solberg alejaban a la marca del ovalo de ambos, algo que se repetiría prácticamente al contrario en el Rally de Nueva Zelanda con un nuevo error de Latvala que le hacía perder cinco minutos.
Finlandia fue muy diferente. El 1.000 lagos fue la primera ocasión en la que vimos a los Citroën DS3 WRC muy superiores en cuanto a rendimiento a los Ford. La nueva suspensión estrenada por los galos pasó literalmente por encima de Latvala y de Solberg que tuvieron que conformarse con la tercera y la cuarta posición, justo detrás del doblete de los galos.
La lluvia, el Panzerplatte y el exceso de fogosidad del Petter decantaba el título a favor de Citroën en marcas, mientras que el de pilotos iban a disputárselo únicamente Loeb y Mikko Hirvonen. Gales fue la única ocasión en la que los Ford parecían disfrutar. Además de la victoria de Latvala, Petter Solberg mantenía una increíble lucha con Loeb por la segunda plaza que finalmente se llevaría el alsaciano por menos de un segundo.
Sin embargo, las tres pruebas que quedaban para terminar la temporada no serían memorables. En todas ellas, Petter Solberg abandonaba por accidente, aunque seguro que la que todos vosotros recordareis será la de Alsacia. Allí el campeón del Mundo de 2003 a punto estuvo de crear una tragedia después de no levantar el pie tras salirse largo en una curva.
Balance de la temporada:
En cambio Jari-Matti Latvala ha combinado grandes actuaciones sobre el asfalto con el abandono en la prueba italiana. Dos segundos puestos que sin duda demuestran que el finlandés ha hecho una gran tarea de aprendizaje sobre esta superficie. Ahora que ya está confirmado su fichaje por Volkswagen podemos decir que tendrá una difícil temporada en 2013, teniendo que lidiar con un verdadero “caníbal” como es Sébastien Ogier.
En el caso de Petter Solberg la cosa está aún más difícil. La temporada del noruego ha sido simplemente bochornosa, con numerosos abandonos y problemas de consistencia. Tras dos años teniendo que correr como privado, ha recibido la oportunidad de ser piloto con apoyo de fábrica y ahora sin miedo a equivocarme puedo decir que la ha desaprovechado. Un quinto puesto en la clasificación final no ha justificado su continuidad en el equipo de Malcolm Wilson y parece que en 2013 no lo tendremos en el WRC.
La próxima temporada se plantea difícil para el equipo británico, sin apoyo de Ford (con el previsible de Qatar) y con la diversificación de los esfuerzos en la preparación del Ford Fiesta R5, la WRC Academy, el RallyCross y el Mundial de Rallyes. Sin duda parece que Dani Sordo puede haber acertado de lleno al decidirse por Citroën. Go further!
Las notas:
En cuanto a cada uno de los pilotos, ninguno de los dos sale muy bien parado. En el caso de Latvala le pondría un 6 (sobre 10) debido a que ha demostrado ser rápido en todo tipo de superficies. Los podios sobre asfalto y sus dos grandes victorias en Gales y Suecia contrarrestan los muchos abandonos por salida de pista y su mala fortuna entrenando.
Solberg en cambio no pasa del aprobado justito o incluso del insuficiente. El Campeón del Mundo de 2003 tuvo un buen comienzo de temporada, parecía que iba a ser la alternativa al dominio de Loeb, sobre todo tras el cero de los dos Citroën en Portugal, sin embargo a partir de ahí quedó diluido. Su final de año ha sido muy deficiente, con tres abandonos en las tres últimas pruebas y numerosos accidentes, que aunque haya querido responsabilizar a Chris Patterson, estoy seguro que él también ha tenido algo de culpa.
En Motorpasión F1 | Resumen de la temporada 2012 del WRC