Después de que Sergio Pérez lograse la victoria en su sexta carrera como piloto de Red Bull parecía que la marca de las bebidas energéticas por fin había encontrado el segundo piloto que pudiese ayudar a Max Verstappen. Sin embargo, en Gran Premio de Italia fue la decimocuarta carrera de la temporada y el rendimiento de Pérez empieza a ser muy discutible.
Sergio Pérez sigue atascado en la quinta posición del mundial de pilotos, por detrás incluso del McLaren de Lando Norris, y tan solo acumula dos podios en lo que llevamos de temporadas. Todo esto con el mismo coche con el que Max Verstappen va líder del mundial, y podría ser prácticamente campeón sin las desgracias que ha acumulado.
Pérez solo lleva dos podios en catorce carreras con un Red Bull ganador
Monza fue el último ejemplo de que el rendimiento de Pérez está lejos de lo que cabía esperar. Hizo una clasificación pésima, sí, dándole el rebufo a Verstappen, pero nada diferente a lo que hizo Valtteri Bottas con Lewis Hamilton y eso no le impidió hacer la pole. Bottas es el reflejo de Pérez, y hasta en el peor año del finlandés está por delante.
Luego la carrera vino al territorio de Pérez. Tras el accidente entre Verstappen y Hamilton el segundo Red Bull quedó en una posición muy beneficiosa para, como mínimo, haberse subido al podio, o al menos para recortar algunos puntos con Mercedes en el mundial de constructores. Pero se volvió a equivocar.
Se saltó una curva para adelantar a Charles Leclerc cuando el de Ferrari sí le había dejado espacio suficiente como para pasarle limpiamente. Pérez recibió una lógica sanción por ello que le hizo perder el podio y la posición con Bottas, por lo que una vez más Mercedes amplía su ventaja sobre Red Bull en el mundial de constructores.
Los problemas de Pérez los está pagando Red Bull en el mundial de constructores. Mercedes ya le saca 18 puntos, y si Bottas empieza a pilotar más liberado, como vimos en Monza, los alemanes tendrán dos coches con los que atacar estratégicamente a Verstappen, como ya hicieron en Zandvoort. Red Bull necesita la reacción de Pérez.
Es cierto que Pérez ha tenido golpes de mala suerte como el de Hungaroring, pero también ganó su carrera, la de Bakú, por un reventón de Verstappen. Con el coche del líder, y en un mundial de solo dos equipos, no es de recibo llevar únicamente dos podios en catorce carreras. En su peor año, Bottas ya lleva ocho. Errores como los de Spa o Silverstone lastran mucho.
Desde que Red Bull anunció la renovación de Pérez por un año más parece que el nivel del mexicano ha bajado. Pero no debería relajarse mucho, porque el movimiento de colocar a Alexander Albon en Williams responde a una necesidad: la de mantener caliente a un piloto de recambio por si alguien no da la talla, ya sea en Red Bull o en Alpha Tauri.
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