Red Bull Racing sorprendía anoche con un comunicado de prensa en el que anunciaba la compra del 50% de las acciones que hasta ayer poseía Gerhard Berger de la Scuderia Toro Rosso. Con esta operación, la compañía de Dietrich Mateschitz recupera el control total del equipo con sede en Faenza con un único objetivo, venderlo.
En un principio la operación sorprendía, ya que hace unos meses Mateschitz anunció su intención de vender su parte accionarial en Toro Rosso debido a la imposibilidad de mantener dos equipos a partir de 2010 por la entrada en vigor de la normativa que prohibirá los coches cliente. Pero al parecer, y precisamente por ese motivo, para poder vender con más facilidad el equipo, Red Bull le ha comprado su paquete accionarial a Gerhard Berger.
El ex piloto austriaco, que ha liderado el proyecto deportivo de Toro Rosso desde 2006, aunque financiado por Red Bull, ha reconocido que sin el apoyo económico de Mateschitz, el desarrollo y crecimiento futuro de la escudería no es posible. "Un proyecto conjunto financiado al 100% por una de las partes sólo puede tener sentido en una fase inicial. Y esa fase ya se ha cerrado", admitía Berger.
A partir de 2010 todos los equipos que compitan en el Mundial de Fórmula Uno deberán diseñar y construir sus propios monoplazas, algo que Toro Rosso no hace en la actualidad, ya que sus coches son diseñados por Red Bull Technologies. Así es que todo parece indicar que en breve la escudería será puesta en el mercado a la espera de un buen postor.
Lógicamente, todo ello afectará a la elección de los pilotos para la próxima temporada, aunque en 2009 Toro Rosso seguirá bajo el paraguas de Red Bull, lo que parece asegurar un asiento para Sebastien Buemi. El segundo está en el aire, aunque Bruno Senna, uno de los candidatos, podría haber perdido gran parte de sus opciones, ya que su mejor aval era Gerhard Berger.
Vía | Prensa Red Bull Racing
