No era el alerón delantero, ni siquiera el Síndrome Massa, según ha informado Helmut Marko, el chasis utilizado por Mark Webber en el Gran Premio de Australia estaba dañado. Esa es la razón de que Webber fuese incapaz de encontrar el ritmo ni con los neumáticos blandos ni con los duros. Y lo que es peor, ese “daño” provocaba un desgaste inusual en los neumáticos, que se consumían considerablemente más rápido que en el caso de Sebastian Vettel.
Verdad o mentira, lo cierto es que las prestaciones mostradas por el australiano en “su” gran premio estuvieron muy lejos de lo que podríamos esperar de un piloto que el año pasado luchó por el título y que cuenta con el mejor coche de la parrilla. Su cara tras la calificación lo decía casi todo. Webber no entendía el por qué de la diferencia, casi un segundo, con Vettel. Durante la carrera, los problemas continuaron y el quinto puesto sabe a muy poco.
Pero si indagamos un poco encontramos fallos en la explicación. En su segunda tanda con blandos, Webber rodó consistentemente en 1:30, mientras que tras el último cambio, también con blandos, los tiempos bajaron a 1:29 altos y 1:30 altos. Tiempos comparables a los conseguidos por los dominadores del gran premio, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton.
Vía | TheF1.com
