Definitivamente, este 2010 está siendo un año en el que los contrastes vividos en las tres carreras iniciales no nos dejan tener una foto más o menos clara de la situación real de cada uno de los equipos. El desorden está siendo la tónica dominante de esta incipiente temporada, y en Malasia volvimos a ver una carrera en la que nadie, salvo los Red Bull, parecía estar donde realmente le tocaría estar por calidad de coche.
Pero la esperada lluvia no fue la única culpable de que McLaren y Ferrari tuvieran que iniciar la carrera desde el fondo de la parrilla. Una incomprensible estrategia de esperar en el box durante los primeros minutos de la Q1 a que dejara de llover les llevó a acabar la sesión nadando para intentar alcanzar los tiempos de algunos coches que normalmente ruedan a más de 5 segundos. Pero la tromba de agua ya había anegado la pista, y el atrevimiento costó muy caro.
Sinceramente, no puedo explicarme la decisión de esperar a que la pista mejorase. En la Q1 (y en la Q2), no se trata de esperar al mejor momento de la pista para marcar el mejor crono, se trata simplemente de marcar mejor crono que por lo menos otros 7 monoplazas, así que lo más inteligente con un buen coche es por lo menos intentarlo en el mismo momento que el resto, para que nadie pueda sacarte ventaja por un factor externo como la condición de la pista. Da igual que tengas los otros 16 coches delante tuyo. Lo importante es seguir adelante. El artífice de estas decisiones tendría que hacérselo mirar, porque por más que lo intento, no entiendo como alguien que debería luchar por la victoria no minimiza hasta el extremo los riesgos totalmente innecesarios, y éste era uno.
Después del caos de la clasificación, los más perjudicados (Alonso, Massa, Hamilton y Button) esperaban una carrera con lluvia para que los movimientos que les habían dejado a ellos en la cola del pelotón el sábado les pudieran ayudar a tirar hacia arriba el domingo, pero mira tú por donde, la carrera fue como si no se hubiera cambiado la hora de la salida: calurosa y húmeda. Tocaría remontar desde atrás sin la ayuda de la lluvia.
Entre las remontadas, destacar, nuevamente, la de Lewis Hamilton. El piloto inglés lleva dos carreras teniendo que escalar posiciones en pista como si se tratara de una carrera al sprint de las de los domingos en la GP2, y hay que reconocer que no se le da para nada mal. Parte del mérito hay que dárselo también al McLaren. El MP4-25 está mostrándose un coche muy veloz en carrera, y espero con mucho interés el momento en que se pueda medir en condiciones normales a los Red Bull y Ferrari. Y si hay que destacar cómo remontó Lewis, también hay que condenar la fea maniobra defensiva que hizo en plena recta para que Vitaly Petrov no le cogiera el rebufo. Hasta cuatro cambios de dirección tan claros no se veían desde...¡ni me acuerdo! En cualquier caso, no hay excusa para no haber recibido penalización, y me parece un precedente peligroso que puede traer polémica más adelante si se repiten maniobras similares (dudo que volvamos a ver alguna otra tan clara como ésta).
Me pararé ahora a hablar del desastroso fin de semana de Fernando Alonso. Creo sinceramente que tantísima mala suerte junta, no puede tener otra lectura que no sea la buena suerte que tuvo de que todas las desgracias se concentraran en un único fin de semana. La penosa decisión de la Q1, la rotura de la caja de cambios y el embrague antes de la salida, las dificultades de conducción durante toda la carrera, la decisión de no cambiar neumáticos cuando realmente tocaba (¿a qué esperaban en Ferrari, otra vez a la lluvia? ¿no se aprende de los errores?), y el remate final de la rotura de motor intentando pasar a un gris Jenson Button. Casi nada.
Tengo la sensación de que Fernando Alonso ha ido pilotando mejor en cada carrera, considerando el nivel de dificultad asociado a cada una de ellas, y sin embargo ha ido obteniendo peores resultados, desde la victoria de Bahrain al abandono en Sepang. La carrera de ayer fue sencillamente soberbia para el asturiano, teniendo en cuenta que iba sin embrague desde la vuelta 1. Las vueltas rápidas que se marcó al montar las blandas sólo están al alcance de unos elegidos, y por mucho que Felipe Massa sea ahora el líder del Mundial, carreras como ésta le deben dejar muy claro en su foro interno que Fernando está a un nivel superior, y que tarde o temprano se traducirá en la tabla.
Me toca hacer un comentario ahora en clave título. Ferrari ha tenido que cambiar ya un motor por precaución en Bahrain, y Alonso rompió otro el domingo en Sepang. Este año cada piloto tiene sólo 8 motores para completar la temporada, y a partir del noveno, cada cambio de propulsor conlleva 10 posiciones de penalización en parrilla. En el caso probable de un final de campeonato apretado, si la cosa sigue así para los motores Ferrari, puede ser fatal para los intereses de Fernando Alonso. Y ya que hablamos de penalizaciones por cambios de motor: Alonso dijo que se le había roto la caja de cambios. He leído declaraciones de algún miembro de Ferrari que habla de mal funcionamiento de la caja. Las cajas de cambios deben durar 4 carreras esta temporada, y sólo llevamos 3. Si hay que cambiar la caja de Alonso, se llevará una penalización de 5 posiciones en parrilla en China. Pero insisto, todavía no entiendo el fallo que tuvo Alonso, y desconozco si hay que cambiar la caja. Si no hay que cambiarla, ¿hay algún riesgo de que se reproduzca el mismo fallo en Shanghai? Crucemos los dedos.
Antes de que se me acaben las palabras analizando los que empezaron desde abajo, voy a hacer un parón en el podium del Gran Premio. Sobre Sebastian Vettel, ¡qué decir! Carrera impecable, con un ritmo altísimo y estirando el juego de blandas más allá de lo que uno pueda creerse con los tiempos que marca giro tras giro. Es curioso que la primera carrera que no sale en la pole sea la primera que gana este año, pero su salida fue suficiente para poner las cosas en su sitio, y la mala suerte no iba a ser eterna. Combinado con el resultado de sus rivales, ya está de lleno en la lucha por el título. Su compañero de equipo, Mark Webber, no supo aprovechar una pole que le “dio” su ingeniero al proponerle montar los intermedios en la Q3 cuando nadie hubiera apostado por ello, y su carrera se limitó a conservar el doblete de Red Bull.
Sobre Nico Rosberg, otra vez ha vuelto a sacar lo máximo posible de la carrera, y su consistencia le permite estar entre los favoritos en la clasificación del Mundial. Mucho cuidado que no sea el tapado si Mercedes da un paso adelante a medida que pase el año, porque desde luego, está destrozando a Michael Schumacher sin apenas hacer ruido. Es muy significativo que haya dado el primer podium a Mercedes, y si no le dio la primera pole el sábado, fue simplemente por la arriesgada decisión de Webber de montar intermedios, porque a igualdad de gomas, había superado al rapidísimo Vettel en una vuelta genial. ¡Bravo por Nico!
Antes de acabar, me gustaría hacer una mención especial al carrerón de Jaime Alguersuari. Desde que debutó, había hecho carreras muy buenas y sólidas, pero siempre le he pedido ese punto de atrevimiento que sí tuvo en Sepang, y el resultado mediático es más que evidente. Dos adelantamientos preciosos y sus primeros puntos en la F1 han hecho que el paddock entero ya lo mire con otros ojos. Queda mucho camino por delante, pero estos pasos son los que le abrirán las rutas adecuadas.
Y terminaré con unos breves: Robert Kubica vuelve a mostrarse un piloto sólido y consistente, y sigue sumando puntos de oro para Renault; gran actuación de Vitaly Petrov, que va dejándose ver carrera tras carrera en batallitas que aunque no formen parte de su guerra, se las toma como si le fuera la victoria en ellas, y eso es bueno para él y para el espectador; sensacional rendimiento de Force India, que se consolida en los puntos, metiendo esta vez dos coches en la Q3 y cogiendo Sutil sus primeros puntos del año; Nico Hulkenberg sumó su primer puntito, pero sigo esperando mucho más de él; Bravo por HRT, que llevó sus dos coches a la meta, y bravo por Virgin, que con o sin gasolina en su mini-depósito, logró acabar su primera carrera a manos de Di Grassi.