Dicen que un paso no hace camino, pero el camino se hace al andar. Así podríamos resumir todos esos secretos que vamos conociendo sobre Red Bull. Algunos, como el difusor soplado, son pasos muy grandes que marcan grandes diferencias. Otros, como el gato frontal que lanza el monoplaza contra el suelo, gana décimas en la parada en boxes. Y este año se paran tres y cuatro veces. En eso, Red Bull también es superior. Sólo hay que sumar. Por separado pueden ser importantes, pero la suma de ambos equivale a superioridad y parece que en Red Bull son superiores en todo.
Uno de esos pequeños pasos es el descubierto también en las paradas de boxes. Los mecánicos de Red Bull encargados de marcar al piloto el punto exacto en dónde debe pararse cuentan con el apoyo de punteros láser. Éstos les ayudan a colocar sus marcas (unas paletas que portan en sus manos) en el punto exacto, de forma que si el piloto no cuadra bien el monoplaza será su culpa y no porqué se lo indicaron mal.
Colocar mal el monoplaza en las paradas en boxes puede significar que la posición del mecánico que porta la pistola neumática no sea totalmente perpendicular, aumentando el riesgo de que la tuerca no entre bien. El sistema es tan sencillo como efectivo por lo que los equipos no deberían tardar mucho en aplicarlo.
Vía | F1aldía