Lamentablemente, la pregunta que os formulo en el título no va a ser resulta hoy, pero sin duda trataremos de acercarnos lo más posible. Os pongo en antecedentes. El esquiador Jon Olsson es un apasionado de los coches y el pasado año pidió a Rebellion que le construyeran un coche que se pareciese lo máximo posible a un prototipo de Le Mans. El equipo suizo recogió el guante y le fabricaron un coche que se parecía y mucho al Audi R18 e-tron quattro.
A pesar del precio desorbitado de este “engendro”, en torno al medio millón de euros, Olsson no dudo demasiado en emprender este proyecto. Obviamente, el Rebellion R2K de 600 CV de potencia y unos 1.000 kilogramos de peso tuvo que ser calzado con unas gomas de invierno adecuadas para el evento, de ancho 315 mm y con clavos. Es cierto que con un coche de estas características, semejantes rodillos y un piloto no profesional no se puede esperar demasiado, pero tras lo que ocurrió con Guerlain Chicherit y su salto fallido con el Mini de 1.000 CV, el sueco tiene que estar contento de haber salido indemne de la situación.