Sébastien Bourdais es uno de esos pilotos que la Formula 1 no ha sabido aprovechar. En el caso de Bourdais lo cierto es que se juntaron ciertos factores externos al deporte para que estuviese en la máxima categoría, pero por su parte aportaba un palmarés y una trayectoria que era simplemente envidiable. Todo hacía presagiar que un piloto francés volvería a la F1 para recuperar antiguos laureles, pero como todos sabéis, eso no fue finalmente así.
Sébastien Bourdais estuvo en Formula 1 en 2008 y 2009 a los mandos de uno de los monoplazas de la Scuderia Toro Rosso. Durante esos dos años no tuvo actuaciones destacables si exceptuamos la carera en la que debutó, Australia. En su carrera de debut se clasificaba 17º y, gracias en parte a los errores de los demás pilotos conseguiría subir hasta la cuarta posición. Es cierto que si no está allí no lo consigue, pero ese Gran Premio en especial fue un tanto caótico y el francés consiguió ascender poco a poco hasta una cuarta plaza que sabría a victoria… de no ser por la rotura del motor de su Toro Rosso.
La temporada 2009 fue un camino insufrible para Bourdais, que veía cómo carrera tras carrera los abandonos se lo llevaban cada vez más a la parte peligrosa de la carrera de un piloto, esa en la que se empiezan a plantear en el equipo si no es mejor buscar otro que lleve tus monoplazas. Por fortuna para él, tuvo una segunda oportunidad en 2009 gracias a una última parte de la temporada 2008 en constante mejora de prestaciones. Esta mejora no se materializó en buenos resultados el año siguiente: no pudo con su inexperto compañero, Sebastian Buemi, y Bourdais fue apartado definitivamente del equipo para introducir en el segundo asiento a un jovencísimo Jaime Alguersuari, que debutaría en la F1 en Hungría. Toro Rosso pagó de buena gana la indemnización a Bourdais por rescindir su contrato antes de tiempo, y el francés volvió a buscarse la vida en otras competiciones.
La competición tras la Formula 1
Si antes de entrar en la Formula 1 Sébastien Bourdais se consagró en Estados Unidos al ganar la Champ Car cuatro años consecutivos, rompiendo récords, marcando un porcentaje de victorias superior al 40% y liderando un tercio de las vueltas durante las que compitió en ese periodo, su salida de la Fórmula 1 fue una especie de paso atrás. No porque su calidad se viese devaluada (tras salir de la F1 Bourdais ganó dos de las tres últimas carreras de la Superleague de ese mismo año), sino porque ya no fue el mismo, ni siquiera este 2011 en el que ha vuelto a los monoplazas estadounidenses en la Indy Car.
Salvando su actuación en las 24 Horas de Le Mans de 2009, en donde fue segundo haciendo equipo en Peugeot con Franck Montagny y Stéphane Sarrazin (y por detrás del trio compuesto por Brabham-Gené-Wurz, por cierto), el resto de campeonatos en los que ha estado inscrito le han ido francamente… sin comentarios reseñables. Le Mans 2010 supuso el abandono tras 51 vueltas y habiendo conseguido la pole position, su aventura en las Le Mans Series tuvo una victoria en los 1000 km de Spa-Francorchamps, y la Superleague tampoco tuvo mucha continuidad.
Ahora mismo, en 2011, Bourdais disputa las Indy Car Series a bordo de un Dale Coyne Racing. Cuatro carreras después se encuentra el 25 sumando dos abandonos y un 11º puesto. No corre en todas las pruebas por sus compromisos con las Le Mans Series, pero disputará todas las carreras sobre circuitos urbanos y permanentes (no ovales). Concluyo retomando el titular y lanzando la pregunta al aire: ¿la Fórmula 1 no supo aprovechar el talento de Sébastien Bourdais, o realmente Bourdais no supo aprovechar la Fórmula 1?
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Fotos | Scuderia Toro Rosso