El otro día os comentaba que Dani Sordo después de participar en el Solberg Extreme Motorshow iba a probar el lunes el nuevo coche salido de la factoría de Prodrive. De dichos test el cántabro salía con un dulce sabor en la boca. El Mini Countryman WRC todavía no es una maquina tan afinada como el Citroën DS3, pero promete dar algo de guerra si el desarrollo continua por buen camino.
Sin embargo parece que el comportamiento que tuvieron los hombres de David Richards pudo ser lo que terminó de decidir a Dani. Las palabras del expiloto de Citroën así parecían confirmarlo. Sobre todo tras asegurar que desde Ford le habían bajado la oferta a medio millón de euros, pero que eso no le terminaba de convencer.
En Ford bajaron su oferta a medio millón de euros para toda la temporada, pero no me llaman. Casi prefiero tener una novia algo más fea, pero que me quiera.
De los primeros kilómetros lo que más le termino de llamar la atención a Sordo fue la estética del coche y sobre todo que esperaba algo más del motor afinado por una marca de la historia de BMW.
Lo que más me ha sorprendido del Mini al sentarme ha sido tener un parabrisas casi recto y no inclinado como se estila. No es que la vista lateral sea muy ‘racing’, pero va bien. Aunque la evolución de motor no es la definitiva, queda mucho por mejorar en ese sentido, aunque quizá sea porque con la aureola de BMW yo esperaba más
Vía | Rallyes.net