Se sabía que lo de Australia no era fiel reflejo de la situación que se vivirá en el mundial 2008 de Fórmula 1. Los Ferrari sufrieron tal cantidad de problemas, tanto en calificación como en carrera, que Lewis Hamilton pudo pasearse a medio gas, sin rival aparente; un enemigo agazapado, Ferrari, que ahora se ha mostrado contundente en la clasificación para el gran premio de Malasia, consiguiendo la primera fila con Massa y Raikkonen.
Kovalainen había quedado justo detrás, venciendo por primera vez a Hamilton en calificación, y dejándolo fuera de los tres mejores, circunstancia que pocas veces se dió la temporada pasada. Pero ahí no terminaba el mal día de McLaren: casi al final de la sesión, cuando Heidfled y Alonso daban su última vuelta rápida, se encontraron a los dos McLaren en medio de la pista, que rodaban a muy baja velocidad para ahorrar gasolina. Los comisarios han llamado a los cuatro a declarar, y una vez vista la temetría de los dos perjudicados y escuchadas sus palabras de queja, han sancionado a los dos McLaren con la pérdida de cinco puestos en la parrilla de salida por bloquear el paso.
Que la sanción es justa pocos lo dudan, basta ver la imagen de la cámara subjetiva de Heidfeld para comprobarlo, pero lo que vuelve a oler mal es el criterio usado por la FIA para las sanciones: unas veces se pierden puestos, otras segundos, otras se deja la cosa para otra carrera, etc. Además, esta decisión se toma ahora, que incluso viene bien para igualar el campeonato, pero no creo que el perjuicio causado a Alonso y Heidfeld haya sido mayor que el que provocó Hamilton a Raikkonen en la clasificación de Brasil 2007; pero claro, para sancionar en esas circunstancias había que ser mucho más valiente.
La situación ha beneficiado a Alonso, que aunque no le hubiesen estorbado no habría conseguido nada más que el noveno puesto, y que ahora saldrá séptimo, por delante de los dos McLaren, a los que difícilmente podrá contener muchas vueltas; tal vez lo pasen en la misma salida, pero al menos habrá picante.
La conclusión que nos deja la calificación es que Ferrari está por delante, pendientes de recuperar la fiabilidad, con McLaren y BMW por detrás, no muy distanciados entre sí. Se une a la fiesta Toyota, con sus dos coches entre los diez primeros, mientras que los puestos de Webber y Alonso hablan mucho más de su capacidad como pilotos que de la valía de sus respectivos coches.
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