Voy a comenzar como comienzo cada vez que hago un previo o un análisis de mi querida Williams F1. Hablar de Williams es hablar de la esencia de la Fórmula 1, es hablar de una Fórmula 1 que ya no existe, es hablar del último garajista de la parrilla. Una forma de entender la Fórmula 1 que es cosa del pasado, máxime cuando nos encontramos en una época de grandes escuderías y grandes dispendios.
Pero más allá de la historia forjada por Frank Williams y Patrick Head, Williams F1 está pasando por uno de los momentos más duros de su existencia. La marcha de Philips y RBS como principales patrocinadores ha dejado un agujero en la escudería de más de 40 millones de dólares, que han tenido que solventar con la presencia de Pastor Maldonado como segundo pilotos, y el dinero de PDVSA, y la salida a bolsa. Un movimiento sin precedentes en la Fórmula 1.
Y si hablamos de pilotos, quizás el movimiento más extraño de todos los que se han producido este invierno ha sido el fichaje de Pastor Maldonado por parte de Williams. Por los motivos económicos que hemos comentado, la escudería de Grove tenía que prescindir de un piloto de la calidad y del talento de Nico Hülkenberg. Un piloto que le había dado a Frank Williams la última alegría con la pole en el Gran Premio de Brasil. Pero hacía falta dinero y Maldonado podía aportarlo.
Aún así, la pretemporada de Maldonado ha estado acorde a lo esperado a un rookie. No ha sobresalido pero tampoco ha estado lejos. Su ventaja, al igual que le sucediera a Hülkenberg es que las labores de desarrollo recaerán sobre su compañero. Pastor Maldonado estará acompañado del eterno Rubens Barrichello. El brasileño tiene más pilas que el conejo de Duracell. Ya lo demostró el año pasado permitiendo a la escudería lograr la tan ansiada sexta posición en el mundial de constructores por delante de Force India.
En cuanto al Williams FW33, el diseño del monoplaza se podría calificar como de convencional. nada del otro mundo en el que por encima de todo destaca su nueva decoración inspirada en los Williams patrocinados por la tabaquera Rothmans en la década de los noventa. Pero si no dejamos que la belleza no ciegue podemos encontrar lo que hace al Williams FW33, y eso está en la parte posterior. Aunque a decir verdad lo que verdaderamente llama la atención es el hueco que delata que ahí tenía que haber algo.
Williams ha presentado una revolucionaria caja de cambios, mucho más pequeña que las anteriores y que les ha permitido liberar espacio en la parte posterior para dejar hueco al trabajo aerodinámico. En palabras de Sam Michael, director técnico de la escudería, la caja de cambios es junto con los escapes de Lotus Renault GP y el suelo doble de Toro Rosso, las innovaciones que marcarán la temporada.
Pero a pesar de la innovación, buena parte de la pretemporada de Williams F1 ha estado marcada por los problemas de fiabilidad, principalmente del nuevo KERS. En 2009, Williams innovó diseñando un KERS basado en un volante de inercia. El mismo que ahora desarrollan para los Porsche 911 GT3 R Hybrid y Porsche 918, pero en 2011, la escudería decidió utilizar el sistema tradicional de baterías. Un diseño completamente nuevo que no ha acabado de dar los resultados esperados y que ha lastrado al equipo en forma de tiempo en boxes.
Aún así, en 2011 a Williams habrá que pedirle que al menos repita los resultados conseguidos durante la pasada temporada. Quizás soñar con un podio o incluso con robar una pole es una quimera pero la sexta posición en la clasificación de escuderías es fundamental, al menos para la supervivencia. Rubens cumplirá, esperemos por el bien de los grandes aficionados a Williams que Pastor también lo haga.
En Motorpasión F1 | Previo 2011
Fotos | Xavier Puente – www.fotospro.com para Motorpasión F1