Han pasado ya varias semanas desde el final “alternativo” del Rally de Portugal y aun no hemos conseguido recuperarnos de la batalla campal en la que se convirtieron los tramos por las intensas lluvias. Ahora llegamos al Rally de Argentina y parece que todo puede tener el mismo guion que vivimos en la prueba lusa. Todo ello sumado a un rally que contará con casi doscientos kilómetros más de recorrido cronometrado.
Y es que las previsiones meteorológicas no son nada halagüeñas. Es más podríamos decir que el famoso asado argentino puede estar pasado por agua, siempre y cuando se les permita finalmente realizarlo ya que el gobierno no se encontraba muy a favor de dejar a los aficionados disfrutar de una de las principales características de la prueba.
Según Colin Clark, periodista de la Radio oficial del WRC, las previsiones de tiempo para el fin de semana son lluvia, temperaturas rozando lo que aquí llamamos “fresquitas” y en los pasos más altos de tramos como El Cóndor o La Cumbre es posible que incluso la nieve haga acto de aparición y complique aun más las condiciones de agarre durante el rally.
El rally cuenta en total con 502,73 kilómetros cronometrados. La primera etapa del viernes será la primera prueba de fuego y posiblemente la más dura con 204 kilómetros contra el tiempo. Los dos pasos por Ascochinga pueden ser un verdadero desguace si las pistas se “destrozan” al ritmo que acostumbran. San Agustín-Santa Rosa y el Golpe de Agua nos dejarán durante el sábado la mayoría de las mejores imágenes del rally. Para el domingo quedará la especial llamada “el matadero”, a la que sólo se le hará una pasada y que cuenta con nada más y nada menos que 65,74 kilómetros. El penúltimo gran obstáculo antes de llegar a la meta.
Como durante las ultimas ediciones los neumáticos volverán a ser decisivos. En el caso de que llueva los pilotos deberán administrar los compuestos blandos ya que en otras pruebas ya han tenido problemas en la recta final del rally. De no ser así, los pinchazos pueden volver a marcar la prueba, sobre todo ahora que la longitud del recorrido se ha visto aumentada. Veremos si Ford sigue siendo presa fácil de ellos y si el ahora piloto oficial de la marca del ovalo (al menos para esta prueba), Dani Sordo es capaz de evitarlos.
El cántabro hace un alto en el camino con Prodrive y tiene en Ford la posibilidad de conseguir un asiento oficial (ya que lo de Mini no se le puede denominar como oficial) para la próxima temporada. Esperemos que tal y cómo vimos en México, el Ford Fiesta RS WRC haya podido solventar los problemas de potencia que tenían en la prueba y Sordo pueda pelear por el podio.
Acompañándole estará Petter Solberg que parte como principal rival de Sébastien Loeb en la lucha por el titulo después de que Jari-Matti Latvala se haya prácticamente autodescartado tras un comienzo de año desastroso. Actualmente el noruego es segundo de la general, a tan sólo cuatro puntos del ocho veces campeón del Mundo y sin duda en Sudamérica se siente como en casa gracias a los miles de aficionados que arrastra tras de sí.
Sin embargo es el propio Loeb el que parte como principal favorito al conseguir la victoria en las seis ultimas ediciones que el Rally se ha disputado dentro del Mundial de Rallyes (en 2010 se corrió en el IRC). A los Mini “oficiales” de Araujo y Nobre se suma el de Eliseo Salazar que correrá con el equipo Prodrive y junto al copiloto ganador de la prueba en el año 2004, Marc Martí.
No será el único copiloto español que esté en la prueba. Además de Carlos del Barrio, que estará con Dani Sordo como es habitual, también estarán Borja Rozada y Alex Haro que acompañarán desde el asiento derecho a los mexicanos Benito Guerra y Ricardo Triviño, respectivamente. Sébastien Ogier también estará presente a los mandos del Skoda Fabia S2000 de Volkswagen junto al vigente campeón del IRC, Andreas Mikkelsen.