Seguramente el dueño de la tienda de fotocopias de Woking que una mañana atendió a la mujer de Mike Coughlan, que pretendía escanear los 780 folios de información confidencial de Ferrari que Nigel Stepney le había hecho llegar a su marido, nunca imaginó que provocaría el terremoto en el que se ha sumido la Fórmula Uno este año por el escándalo de espionaje.
Pero probablemente tampoco esperaría ninguna recompensa al ponerse en contacto con Ferrari vía e-mail y destapar todo este asunto que acabó con la descalificación de McLaren Mercedes en el Mundial de Constructores 2007 y con una multa ejemplar. Pues bien, este ciudadano británico, cuya identidad no se ha desvelado, sí que tendrá premio.
El presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, anunciaba ayer que le han invitado a visitar Mugello y la factoría de la Scuderia en Maranello. "Si no hubiera sido por el hombre de las fotocopias nosotros no habríamos sabido nada de esa historia. Por eso le he invitado".
El premio se lo ha ganado sobradamente, lo que no sé es si a partir de ahora la gente se fiará demasiado del personaje a la hora de ir a hacer sus fotocopias a su establecimiento.
Vía | AS