Desde Red Bull se ha dejado claro que no se impondrán órdenes de equipo en Abu Dhabi. Pero más allá de lo que dicen las palabras, el hecho de decir que no habrá órdenes de equipo deja entrever que sí las habrá. ¿Por qué una frase negativa indica todo lo contrario? Veámoslo, puesto que hay miga.
Durante esta temporada ha habido dos temas que han monopolizado los titulares de la Fórmula 1 durante gran parte del año. El primero ha sido el culebrón Red Bull, y el segundo lo sucedido con Ferrari en Alemania. En Red Bull fueron rápidos a criticar, seguramente creyendo que a ellos no les podía pasar.
Seguramente Christian Horner estaba convencido que la velocidad de Sebastian Vettel le permitiría llegar a final de temporada por delante de Mark Webber con diferencia. La regularidad del australiano y los errores (y mala suerte) del alemán han hecho que ésto no sea así, y de hecho Webber está por delante.
Resulta que, a pesar de todas las críticas recibidas, Red Bull aún no ha priorizado a Mark Webber, lo cual habría sido lógico en Brasil, con los monoplazas austríacos muy rápidos y Alonso en tercera posición. Llegamos a Abu Dhabi con los Red Bull a ocho y quince puntos respectivamente.
Christian Horner ha dicho explicitamente que no habrá órdenes de equipo, pero ha soltado una coletilla muy interesante, dejando muy claro que dejará la decisión a sus pilotos sobre qué hacer durante el gran premio. Ahí es exactamente donde está la clave. Red Bull ha criticado a Ferrari por Alemania y el equipo tiende a “mimar” a Vettel.
Por lo tanto, podemos interpretar que si Vettel liderara por delante de Webber y Alonso, el equipo austríaco crearía una situación mediante la cual Webber pasaría a liderar la carrera. ¿Por qué? Muy sencillo. Sin órdenes de equipo de cara a la galería, Red Bull queda “limpia” y Vettel queda como un caballero, como si hubiera decidido él mismo ayudar a Webber a pesar de lo mal que se llevan.