Tras saltar a la palestra la polémica con el test secreto de Pirelli y Mercedes AMG, la FIA no ha querido perder mucho tiempo en emitir su punto de vista por todo lo sucedido. El máximo organismo ha reconocido que tras los contactos iniciales de Pirelli, a comienzos del mes de mayo, éste pidió al fabricante italiano que diera las mismas oportunidades a todas las escuderías. Algo que parece que se pasaron por el "forro".
Por contrato, Pirelli tiene derecho a lo largo de la temporada de 1.000 kilómetros de test con un monoplaza de ese mismo año. Algo en lo que encajaría el test secreto de hace dos semanas. El problema viene en que tiene que ser la propia Pirelli la que gestione el test, no la propia escudería, y que todas las escuderías tienen que tener la oportunidad de participar.
Según Paul Hembery, Pirelli le ofreció el test a todos los equipos pero fue Mercedes AMG la primera en responder positivamente. En pocas palabras, Pirelli recurrió al primero que levantó la mano. Algo que suena poco creíble si pensamos en que pocas escuderías dirían que no a un test de estas condiciones.
Por su parte, Ross Brawn ha reconocido que en el pasado otras escuderías no han querido ayudar a Pirelli y que en su caso, tras los problemas de Baréin creyeron conveniente ayudar a los italianos para ser capaces de mejorar en sus propios problemas. Suena todo tan raro que cuesta creer que es verdad. El próximo capítulo, no tardará en llegar.
Vía | Autosport