Los circuitos ya no son lo que eran en la Fórmula 1. Varios han sufrido en sus carnes las cada vez más restrictivas normas de seguridad que impone la FIA en pos de la seguridad, aunque, dicho sea de paso, haga la vista gorda con trazados como Mónaco, Singapur o Valencia. Circuitos urbanos que son de todo menos seguros en caso de accidente.
Este fin de semana le ha tocado el turno a Monza. No es una medida para incrementar la seguridad de los pilotos, sino más bien para evitar actos de pillería en determinadas circunstancias. Habrá que hilar más fino en la conducción a partir de ahora en ciertas curva del circuito italiano.
Los pianos se han agrandado y subido en las curvas 1, 2, 4 y 5, en la primera chicane de Rettifilo y en la segunda de Roggia. En ambas los pilotos se han acostumbrado a hacer rectos estos últimos años.
Estos nuevos pianos no deberían generar protestas por parte de los pilotos ya que se han empleado con éxito en Nürburgring y en Montmeló. Lo que sí podrían hacer desaparecer son momentos como los de la imagen. No es otro que el duelo que nos depararon Kimi Raikkonen y Lewis Hamilton en el GP de Bélgica del pasado año, que acabó con el inglés cortando la enlazada de entrada a meta, la famosa Bus Stop. Seguro que con pianos mayores Hamilton se lo habría pensado muy mucho antes de acometer dicha acción.
Vía | Formula 1
En Racingpasión | GP de Italia