No les ha quedado otra opción a los chicos del león que reconocer el mal resultado obtenido este año por la marca en las 24 Horas de Le Mans. Los Peugeot 908 Hdi FAP se vieron involucrados en un gran desastre de fiabilidad durante las últimas horas de carrera que finalmente dejaron a Audi la victoria de la mítica prueba de resistencia prácticamente en bandeja.
Bruno Famin, director técnico de Peugeot explicaba que el Peugeot Nº3, el primero que abandonaba tras solo dos horas y media de carrera, tenia problemas en su suspensión delantera derecha debido a un fallo de fabricación de una de las fijaciones del triangulo. El chasis era prácticamente igual que el utilizado por la marca gala en los 1.000 kilómetros de Spa, sin embargo la anomalía en este caso era indetectable.
Pero ese no fue el principal fallo de la marca. Solo hace falta revisar de nuevo el video de la carrera para darse cuenta que tres de las cuatro unidades, dos de ellas oficiales y una del equipo Oreca, tuvieron como verdadero talón de Aquiles estuvo en el motor V12 Hdi que montaban los tres prototipos. En los tres 908 la razón de la rotura del propulsor fue exactamente la misma, una biela partida en cilindros diferentes.
Efectivamente, la pista presentaba mucha adherencia y, en consecuencia, la tasa de carga plena se revelo más elevada de lo previsto. Es verdad que estas condiciones eran las mismas para todos los participantes, pero utilizamos este año nuevas bielas que habían sido testadas en el banco de ensayos y en numerosas simulaciones en pista. Durante estas sesiones de test no registramos ninguna avería lo que no nos permitió que nos diésemos cuenta de que teníamos este defecto. Esta claro que para el próximo año debemos mejorar nuestro proceso de validación.
Vía | Autosport.pt