Eso es a lo que ha llegado el Mundial de Rallyes. Si no tienes un buen equipo oficial detrás o un maletín lleno de billetes no podrás conseguir una buena montura, y aun así eso no te asegura la victoria. Algo parecido le ocurre a Petter Solberg. El noruego tiene uno de los requisitos, nadie le puede negar su impresionante rapidez, pero le falta un presupuesto abultado.
Claro que podemos correr más, pero en algunos tramos pierdo tiempo porque me tengo que controlar y pensar en mi coche.
Y es que ahora mismo Petter se tiene que estar acordando de las ofertas rechazadas durante la pasada pretemporada que le acercaban a alguno de los asientos oficiales disponibles. Sin embargo el Campeón de 2003 prefirió la libertad de su propio equipo y ahora empieza a notar las consecuencias. Sobre todo porque el pequeño de los hermanos Solberg se ha visto en una posición privilegiada, segundo en el campeonato por detrás de Loeb, y disputando grandes carreras como en Turquía. Allí, según palabras del propio piloto nórdico, tuvo que controlarse y olvidar eso de atacar a fondo, algo que no puedes hacer cuando tienes a un verdadero caníbal enfrente de ti y al que solo puedes vencer sacando todas tus armas encima de la mesa.
Desde un punto de vista de conducción inteligente, ha sido una de mis mejores carreras. Hace algunos años hubiera ido a todo gas en todo momento, como un loco, y hubiera arriesgado mucho. Ahora empiezo con el scratch y voy construyendo mi confianza con el coche para situarme en la cima, y está funcionando.
Fue muy especial luchar cuando estábamos en las posiciones de cabeza, pero con el bajo presupuesto que tenemos es increíble que consiguiéramos eso. Esto demuestra que es posible si le pones mucha pasión y energía, como lo hace nuestro equipo. Este resultado no se debe sólo a los errores de los demás. Llevamos un buen ritmo en todo momento y tal vez fuimos con más cuidado que otros. Me siento orgulloso porque nuestro equipo es pequeño.
Vía l WRC