Nuestro repaso semanal al papel que está haciendo el piloto catalán Oriol Servià en las IndyCar Series llega con un pelín de retraso esta semana, y con una sensación agridulce. La parte dulce de la carrera disputada en el óvalo de Nashville es que Uri lideró la prueba entre las vueltas 63 y 68 gracias a una estrategia alternativa al resto de contrincantes.
Por desgracia, predominaron las sensaciones agrias, y entre la falta de velocidad en su Dallara-Honda, el problema con una pistola en su segunda parada, y la detención definitiva de la carrera a 29 vueltas del final por la lluvia, cuando algunos pilotos que llevaba por delante tenían que parar otra vez, acabaron con una 16ª posición que le hace perder una plaza en la general, donde ahora es 11º.
Oriol Servià declaraba al finalizar la carrera: “La falta de velocidad ha sido un problema constante. Hice las cuatro vueltas de calificación con la incidencia del alerón a cero y el acelerador absolutamente a tope durante todo el rato, y ya vimos cual fue el resultado (apunte: el 17º mejor tiempo). Aún así, el coche era bastante consistente en su comportamiento y por ello buscábamos una estrategia alternativa que nos permitiera ganar lo que en la pista no podíamos y así salvar la situación de la mejor forma posible, pero esto tampoco nos ha salido bien, primero por la pistola de la rueda rota y, finalmente, por la lluvia. No se puede considerar que haya sido un fin de semana perdido, ya que siempre se acumula experiencia, pero sí insatisfactorio”.
La carrera se la llevó el líder del campeonato, Scott Dixon, que amplía su margen al frente de la tabla gracias a la que ha sido su cuarta victoria de la temporada. A falta de 6 pruebas para el final, el neozenlandés parece el gran favorito a llevarse el primer título de las renovadas IndyCar Series. Aunque de momento, este fin de semana vuelve a tocar un circuito rutero, Mid-Ohio, donde Oriol Servià puede firmar una buena actuación.