El Gran Premio de Brasil de 2023 ya ha entrado por derecho propio en el libro de historia de Fernando Alonso en la Fórmula 1. El piloto asturiano nos deleitó con una de sus mejores carreras, completando un podio imposible por solo 53 milésimas respecto a Sergio Pérez. Y es que el asturiano ha hecho un oficio de hacer posible lo imposible.
De hecho, repasando su mastodóntica carrera nos hemos encontrado varios ejemplos de Grandes Premios en los que Alonso logró un resultado que era imposible de pronosticar antes de que empezase. Y hemos elegido once. No son las once mejores carreras de Alonso en la Fórmula 1, sino las once veces en las que obtuvo un resultado que parecía totalmente imposible.
El primer gran milagro de Alonso fue en casa
La temporada 2003 de Fernando Alonso siempre es recordada por su primera victoria en Hungría, su primera pole y podio en Sepang o el accidentado cajón que logró en Interlagos. Pero hubo un podio más ese año, el que consiguió en Barcelona, delante de la afición, y posiblemente sea el más milagroso de todos.
En plena era de dominio abusador de Ferrari, y con los dos coches de Maranello saliendo en primera fila, Alonso logró adelantar a Rubens Barrichello a mitad de carrera para ponerse segundo. Pero ni siquiera con eso se conformó, e inició una persecución suicida a por Michael Schumacher, de quien solo le separaron cinco segundos en meta.
Cuando Alonso obligó a Ferrari a inventarse una estrategia inédita
No fue la única vez que Alonso puso en apuros a Ferrari en plena época de dominio italiano. En Francia 2004, delante de la afición de Renault, Alonso hizo la pole position y logró mantener a raya a Schumacher durante todo el tramo inicial de la carrera, hasta que Ferrari tuvo que apostar por una estrategia desesperada.
Ferrari tuvo que meter a Schumacher en una estrategia de cuatro paradas, haciendo una muy corta, para poder quitarse del medio a Alonso, rodar en solitario y abrir el hueco necesario para ganar. Una brillantez del equipo de estrategas de Ferrari que jamás hubiésemos visto de no ser porque Alonso, que acabó segundo, les llevó al límite una vez más.
El mundial imposible que Alonso ganó en Suzuka
Mucha gente recuerda que Alonso ganó el mundial de 2006 porque a Schumacher se le rompió el motor en Suzuka. Menos gente recuerda que Alonso salía quinto en esa carrera, por detrás de los dos Ferrari y de los dos Toyota, porque los neumáticos Bridgestone eran inmensamente superiores a los Michelin a esas alturas de la temporada.
Antes de empezar la carrera simplemente hacer un podio parecía un milagro. Nadie podía sospechar que a 17 vueltas del final Alonso iba a rodar segundo, a 3 segundos de Schumacher y recortándole décimas a cada vuelta. Alonso obligó a que 'El Kaiser' no pudiese aflojar, y llegó la primera avería de un Ferrari de Fórmula 1 en más de cinco años. El gran milagro.
Una victoria inesperada en Fuji con el cuarto mejor coche de la parrilla
2008 fue el año en el que Felipe Massa, Lewis Hamilton y Robert Kubica se jugaron el título con el Ferrari, el McLaren y el BMW respectivamente hasta las últimas carreras. El Renault de Fernando Alonso era el cuarto, y aunque fue progresando durante el año siempre estuvo demasiado lejos como para ganar.
Alonso venía de una polémica victoria en Singapur que aún colea, pero la de Fuji no iba a dejar ninguna duda. Tras una gran salida, y aprovechando las tortas entre Hamilton y Massa, Alonso se puso segundo detrás de Kubica. Lo lógico era perder posiciones, pero al contrario las fue ganando hasta adelantar también al polaco y ganar una carrera con el deficiente R28.
El podio que Alonso le dedicó a Briatore en Singapur
Alonso ha pilotado muchos coches malos a lo largo de su carrera, pero el Renault R29 brilla con luz propia. Un monoplaza que nació mal y fue a peor, y que terminó prácticamente sin pegatinas cuando el escándalo del Crashgate salpicó al equipo, dejando inhabilitado a Flavio Briatore y Pat Symonds.
Aquello ocurrió en Singapur, y Alonso salió enrabietado a pista. Con un coche ingobernable que no había pasado del quinto puesto en todo el año, Alonso logró el único podio de la temporada, solo por detrás de Lewis Hamilton y Timo Glock. Y desde el podio se lo dedicó a Flavio Briatore, que ya no dirigía el equipo.
2012, el milagro constante
Para muchos el 2012 de Fernando Alonso sigue siendo el mejor año que jamás ha hecho un piloto en la Fórmula 1. Con un Ferrari que por momentos fue el sexto mejor coche y jamás estuvo entre los tres primeros, Alonso terminó la temporada a solo tres puntos de ser campeón del mundo. Es algo irreal.
El mayor milagro ocurrió en Malasia, en la segunda carrera. El Ferrari, que evolucionó durante el año, todavía era un desastre que tenía por delante a casi toda la parrilla. Pero bastaron unas pocas gotas para que Alonso diese su mayor exhibición bajo la lluvia y ganase una carrera imposible defendiéndose, como el otro día en Brasil, de Sergio Pérez.
Valencia vio la considerada mejor carrera de Alonso en la Fórmula 1
En esto hay bastante unanimidad: la mejor carrera de Fernando Alonso en la Fórmula 1 fue Valencia 2012. En el año del milagro constante, Alonso lució con más brilló entre las calles de Valencia, ganando una carrera que todavía la ciencia no ha terminado de esclarecer como es posible que siquiera sucediese.
Los dos Ferrari se habían quedado eliminados en la Q2 y aquí no había lluvia. Fue en seco, y sin carambolas. Simplemente un Alonso tocado por la gracia de Dios comenzó a hacer adelantamientos con un ritmo de carrera incomprensible para anotarse la victoria de todos los tiempos delante de una alucinada afición, sabedora de que acababa de ver un milagro in situ.
La última victoria con Ferrari que pudo ser y no fue
Ferrari no entró demasiado bien en la era híbrida. Cuando lo eléctrico pasó a formar parte de los motores de la Fórmula 1, allá por 2014, fue Mercedes quien dio con la clave, mientras que Ferrari hizo un coche demasiado lento. Pero aún así, Alonso estuvo a punto de ganar una carrera en el Gran Premio de Hungría.
Aprovechando las condiciones cambiantes de las primeras vueltas, Alonso logró ponerse en cabeza de carrera. Durante varias vueltas tuvo detrás a los todopoderosos Mercedes buscando el hueco para pasarle sin éxito, pero finalmente Daniel Ricciardo con el Red Bull llegó con ruedas nuevas, pasó a los Mercedes y superó a Alonso a dos vueltas del final.
Entrar en boxes sin dos ruedas y acabar séptimo
La de Azerbaiyán 2018 es la primera carrera de esta lista en la que Alonso no se subió al podio, pero es que lo que hizo en Bakú no es normal. Ya pilotando para McLaren, en su último año antes de la retirada, Alonso firmó una remontada imposible con un coche que no solo era lento, sino que estaba críticamente dañado.
Después de un accidente en la primera vuelta, Alonso entró en boxes con dos ruedas pinchadas, el fondo rozando contra el suelo y chocándose contra el muro del pit lane porque no podía girar. Simplemente volver a la pista fue una temeridad, pero es que Alonso comenzó a remontar posiciones hasta acabar en una insospechada séptima plaza.
El día que Alonso demostró que no estaba oxidado
Cuando Alonso volvió a la Fórmula 1 en 2021 con Alpine, algunas voces dudaron de su estado de forma, sobre todo tras las primeras carreras. Pero conforme fue avanzando la temporada Alonso despejó todas las dudas, y para final de año nos dejó un milagro marca de la casa para demostrar que el '14' seguía en forma.
En el Gran Premio de Catar, Alonso volvió al podio. Y lo hizo resistiendo los ataques, una vez más, de un Sergio Pérez que gozaba de un Red Bull muy superior. Alonso sacó un ritmo que el Alpine no tenía para meterse en la batalla por el podio con los escuderos de Mercedes y Red Bull, logrando el primer cajón en ocho años.
Y así llegamos al milagro de Brasil
Mucha gente habrá echado en falta Imola 2005, pero es que, como dijo Alonso, lo de Interlagos este fin de semana ha sido mucho mejor. En Imola el milagro lo hizo Schumacher, remontando desde la decimotercera posición hasta la segunda en un circuito en el que no se podía adelantar. Alonso solo le impidió hacerlo más épico.
Pero lo de Brasil 2023 sí que no tiene ningún tipo de sentido. Contra un Red Bull que no solo era infinitamente superior, sino que tenía mucha más velocidad punta y el DRS a su disposición, Alonso fue capaz de aguantarle 17 vueltas a Sergio Pérez para rescatar un podio que es maná para Aston Martin en este momento de la temporada.
Bonus Track: el enorme 'y si' de Singapur 2017
Hay una etapa larga que no ha salido en todo el repaso: la de McLaren Honda. Aunque Alonso tuvo alguna carrera impresionante también con esos coches, seguramente la mayor no se pudo producir. Fue Singapur 2017, donde el coche ya había ido inesperadamente bien en seco, y encima estaba lloviendo.
Alonso hizo una de sus salidas portentosas para ponerse segundo, pero entonces su tradicional mala suerte apareció: un accidente entre Max Verstappen, Sebastian Vettel y Kimi Raikkonen se llevó por delante a Alonso, y nos dejó con la duda de si un podio con aquel deficiente McLaren Honda era posible, tal y como parecía.