Como ya se podía intuir tras su doblete en la sesión de calificación, los Riley-BMW de Chip Ganassi fueron los completos dominadores de la 51ª edición de las 24 horas de Daytona. Cierto es que el 02 tuvo que abandonar por problemas de transmisión, pero el 01, pilotado por Scott Pruett, Memo Rojas, Charlie Kimball y Juan Pablo Montoya se mostró intratable logrando el triunfo. Si en 2012 los coches patrocinados por Telmex y Target sufrieron falta de potencia por las limitaciones reglamentarias al motor BMW, este año ocurrió todo lo contrario, pues los dos Riley-BMW se revelaron como auténticos misiles en los peraltes del histórico óvalo. Aún así, los distintos Pace Cars permitieron que hasta cuatro coches llegaran en la vuelta del líder a la última hora, incluído el vencedor en 2012, el Riley-Ford número 60 de Michael Shank Racing (Ambrose/Allmendinger/Negri/Wilson), que recuperó siete vueltas tras un problema de dirección y una sustitución de su caja de cambios en la primera hora para acabar en tercera posición, tras el Corvette número 10 montado por Dallara de Wayne Taylor Racing (Angelelli/Hunter-Reay/Taylor).
Entre los GT la victoria estuvo mucho más disputada, si bien al final fue Audi quien logró un doblete con sus R8 LMS, siendo el triunfo para el número 24 de Alex Job Racing, pilotado por Albuquerque, Jarvis, Mortara y von Moltke. En la nueva clase GX, los Mazda6 diésel hicieron el ridículo abandonando a las primeras de cambio por problemas mecánicos, dejando vía libre a que los Porsche Cayman dominaran la categoría. Finalmente, triunfo para el de Napleton Racing que homenajeaba al 917 "psicodélico" con Donohue, Canache, Lewis y Norman.
