Fin de semana para olvidar el que se ha vivido en Le Sarthe. A pesar de que llegábamos al circuito galo con la posibilidad de ver coronarse a Antonio Albacete con su cuarto entorchado continental de camiones y a Ander Vilariño conseguir el tercer anillo de campeón de la NASCAR Europea, lo cierto es que nos quedamos con la miel en los labios en ambos campeonatos.
En el caso del vasco fue aún peor ya que contaba con la pole en la primera de las dos carreras de Le Mans. La lluvia, una mala salida, el safety car y un extremadamente incisivo Borja García (sería sancionado tras la carrera con 30 segundos penalización) enviaban a Ander fuera de pista, con su coche con heridas de guerra. Vilariño a partir de ese momento comenzaba la remontada y lograba incluso marcar la vuelta rápida de carrera, que le otorgaba la pole position también para la segunda manga. Todo ello para alcanzar la cuarta plaza final y “salvar los muebles”.
Sus rivales por el campeonato se aprovechaban de los problemas del bicampeón. Sobre todo en el caso de Kumpen que se llevaba la segunda posición tras Cheever. La segunda carrera, todavía con la pista húmeda no iría mucho mejor. Ander dependía de sí mismo pero sufría muchísimos problemas de tracción a la salida de las curvas y debía de nuevo conformarse con la cuarta plaza después de que Kumpen y Gabillon le superasen.
¿Resultado? El segundo puesto de Kumpen era suficiente para proclamarse Campeón de la NASCAR europea por sólo un punto. Se acababa así la racha de títulos de un Ander Vilariño que se proclamaba subcampeón tras haber conseguido 4 victorias en 12 carreras, siete poles y siete vueltas rápidas. Un solo punto que impide un tricampeonato más que merecido.