El pasado viernes era la fecha límite en la que los tres fabricantes de motores para la Fórmula 1 (Ferrari, Mercedes-Benz y Renault) entregasen sus propulsores a la FIA y así comenzar el periodo de congelación. Como seguro que muchos de vosotros ya sabéis, Mercedes-Benz va un paso por delante de sus rivales mientras que Renault ha vivido una auténtica travesía en el desierto que parece no haber terminado aún.
Es por ello que a pesar de mantener, de cara al exterior, la postura de que la fecha límite no iba a ser un problema para ellos, bajo la superficie Renault trabajó para que la FIA ampliara el plazo. Algo que no consiguieron, entre otras cosas, porque Niki Lauda, director no-ejecutivo de Mercedes-Benz AMG, votó en contra de ampliar el plazo de la homologación. El austriaco no trata ni de ocultarlo ya que considera que las reglas están para cumplirlas y todos deben seguirlas. Es por ello que considera la decisión como la correcta.
Quizás para Lauda, la posición actual de Mercedes AMG da pie a negarse a ayudar a los rivales, pero desde la escudería son conscientes que los que hoy es blanco, mañana puede ser negro. Eso sí, el objetivo para ellos no puede ser otro que el título. Por cierto, tanto que hablan de seguir la reglas...¿con el test ilegal del año pasado que ocurrió?
Vía | TheF1.com