Nico Rosberg se colaba ayer en la segunda posición de la tabla de tiempos tras la segunda sesión de entrenamientos libres del GP de Mónaco. Y a pesar de que su resultado no debería pasar de mera anécdota, lo cierto es que el piloto alemán se ve con ganas y opciones de hacer algo importante este fin de semana.
Decir que el piloto alemán se siente como en 'casa' en las calles del Principado no es una frase hecha, ya que Rosberg es residente en Mónaco, pero es que además sus sensaciones con el Williams en el ratonero trazado monegasco fueron muy buenas ayer. Y a pesar de que él es el primero en reconocer que ese segundo puesto "no creo que pueda repetirlo en la calificación", sí que se marca un objetivo ambicioso para la sesión cronometrada de mañana: "Pero sí creo que puedo estar entre los seis pilotos más rápidos."
Si su objetivo se cumple y toma la salida desde la segunda o la tercera fila, en una carrera tan imprevisible como la de Mónaco, todo puede suceder y podría hacerle así un fantástico regalo de aniversario a su jefe, Sir Frank Williams.
Sin embargo, para ello no sólo tendrá que superar a Alonso, sino también a alguno de los BMW Sauber. "Batir a los Ferrari en calificación va a ser muy, pero que muy complicado. Pero sí creo que podríamos estar por delante de los BMW".
Habrá que esperar a mañana y ver si el Williams realmente no iba totalmente descargado de gasolina ayer en la segunda tanda de libres, pero aún así, el alemán sueña con una gesta similar a la que consiguiera su padre en 1983 cuando el legendario Keke Rosberg subió a lo más alto del podio de Mónaco a los mandos también de un Williams, aunque entonces con motor Ford.
Vía | Eurosport