Pilotar durante las 24 Horas de Nürburgring exige tener una gran concentración, tanto por competir en una carrera de resistencia como por hacerlo en un trazado tan complicado como lo es el Infierno Verde. Si eso no supusiese suficiente reto, imaginaros el hecho de tener una distracción molestándote en cada una de las frenadas del circuito alemán, en forma de tubo de aire “toca narices”.
Nick Heidfeld lo sufrió en sus carnes cuando disputaba al volante del Nissan GT-R GT3 la otra gran prueba del mundo del automovilismo dentro de la categoría. Afortunadamente para el alemán, sólo tuvo que soportar el ataque del tubo del aire durante unos kilómetros, al tratarse sólo de una de las sesiones prácticas, pero sin duda ha dejado una de las imágenes más graciosas de las pasadas 24 Horas de Nürburgring.