Este fin de semana regresa la Fórmula 1 con el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone, pero durante los días previos las noticias no tienen nada que ver con la competición. Los comentarios supuestamente inadecuados de Nelson Piquet, Jüri Vips y Bernie Ecclestone están sirviendo para tapar lo que ya parece un fracaso rotundo de nuevo reglamento técnico.
Mientras que las carreras son igual de aburridas que siempre, se repiten los mismos ganadores, crece la desigualdad entre equipos y el mundial está sentenciado en solo tres meses de competición, la Fórmula 1 se centra en censurar a cualquier que tenga o haya tenido relación con ella y diga algo medianamente fuera de lugar. La caza de brujas ha comenzado.
La Fórmula 2 ha censurado que Hitech mantenga a Jüri Vips en su equipo
El último ha sido Bernie Ecclestone, el dicharachero ex jefe de la Fórmula 1 que a sus 91 años y podrido de dinero ya no tiene demasiados motivos para callarse. El británico se ha inmolado haciendo una defensa pública de Vladimir Putin, por quien "seguiría recibiendo un disparo". Además, Ecclestone ha justificado la guerra en Ucrania: "Hace lo correcto para Rusia".
La siempre peculiar opinión de Ecclestone viene a completar el triplete de brujas cazadas esta semana por la Fórmula 1. La que más revuelo ha generado es la de Nelson Piquet, que llamó 'neguinho' a Lewis Hamilton en un podcast el pasado mes de noviembre, hablando de la acción en la que Hamilton mandó al hospital a su yerno, Max Verstappen.
Unas palabras que oportunamente salen a la luz siete meses después, justo a tiempo de que Hamilton las use como inspiración para un glorioso Gran Premio de Gran Bretaña en el que volverá a correr con dos tensores en su Mercedes, como ya hizo en Canadá. Esto último es muy curioso, porque la FIA no legalizó el segundo tensor hasta el mismo viernes en Montreal. Pilló por sorpresa a nueve de los diez equipos.
Piquet ha explicado que 'neguinho' en brasileño en ningún caso es racista, sino que más bien es sinónimo de 'tío' ('guy'). Es habitual incluso ver negocios en Brasil con la palabra 'neguinho' en su nombre. Hamilton, como reciente ciudadano brasileño, lo debería saber. Sin embargo, la Fórmula 1 no ha tardado en censurar los comentarios de Piquet.
Al tricampeón del mundo de Fórmula 1 le han quitado de por vida el pase para entrar a los circuitos, además de recibir la reprobación de la mayoría de equipos y personalidades del paddock. Que Piquet está lejos de ser un santo es más que evidente: ha tenido comentarios homófobos, machistas y poco ejemplares a lo largo de toda su carrera, pero es ahora, a punto de cumplir los 70 años y totalmente alejado del paddock, cuando se le censura.
Right, you would have rather fired him, beaten him, buried him to the ground… honestly this is getting to the point where I feel we, as fellow racing drivers, should voice our concern. The guy has paid and will keep paying for his terrible mistake, but deserves a 2nd chance! https://t.co/4oHbbW6Ofr
— Dani Juncadella (@dani_juncadella) June 29, 2022
La tercera bruja cazada por la Fórmula 1 esta semana ha sido la de Jüri Vips, piloto estonio de 21 años que corre en Fórmula 2, hasta ahora bajo el paraguas de Red Bull. En Barcelona incluso se subió al Fórmula 1 durante los entrenamientos libres. Hace solo un mes, pero ya queda muy lejos: Red Bull le ha rescindido el contrato.
Vips se equivocó a la hora de usar la palabra 'nigga' en uno de sus directos de Twitch, además de decir cosas como que "el rosa es un color gay". Red Bull, en su legítimo derecho, ha decidido romperle el contrato. Cabe pensar que si el que hubiese patinado fuese Max Verstappen habrían reaccionado de otra forma, pero los resultados de Vips además estaban siendo mediocres y a Red Bull le sobraban pilotos en Fórmula 2.
Lo que es más impactante es que, después de que Hitech, el equipo en el que Vips corre en Fórmula 2, haya decidido seguir con el piloto aún sin el apoyo de Red Bull, la propia Fórmula 2 haya sacado un comunicado expresando que no apoyan la decisión. Cuando Nikita Mazepin siguió tras un vídeo machista no hubo tal reacción. La hipocresía de una competición que se lleva el Gran Premio de Rusia por la guerra pero se da abrazos con Arabia Saudí mientras bombardea Yemen y caen misiles en el circuito.