Mucho ha cambiado la vida de Nani Roma en los últimos diez años. En esta década, el ganador del Dakar de 2004 en motos, ha dejado las dos ruedas de lado y ha enfocado su carrera deportiva en la categoría de coches, convirtiéndose a partir de este año en la punta de lanza del equipo Mini X-Raid tras lo que parece será la salida de Stéphane Peterhansel de la estructura de Sven Quandt.
Las decisiones del equipo, que en otras ocasiones perjudicaron al piloto español, esta vez le favorecían y según algunas habladurías, BMW en voz de su filial británica (esta vez sí se interesaban desde Alemania por la competición) tomaba la decisión de parar la carrera, justo cuando Monsieur Dakar más cerca estaba de alcanzar a Nani. Nadie en la firma de las aspas quería ver peligrar el triplete de los All4 Racing y mucho menos que un piloto privado, Nasser Al-Attiyah, dejara en ridículo al equipo “oficial” de marca.
Aunque las veo lógicas en el caso de los equipos de fabrica, nunca me he considerado alguien que promulgue con las famosas órdenes de equipo, para mi es lo peor que se le puede obligar a obedecer a un piloto de competición cuyo único objetivo en la vida es el de conseguir la victoria. Aun así, tras una primera semana sin apenas errores y llegando a liderar 8 etapas, es difícil plantearse ni tan siquiera restar un ápice de valor de la victoria del de Folgueroles que aprovechó aquella loca quinta etapa y los pinchazos de Peterhansel durante la primera semana para tener una renta lo suficiente grande como para plantearse una segunda mitad de carrera a la defensiva, mientras que el galo lazó su ofensiva sin ningún tipo de miedo a romper el coche.
Tal vez, el 11 veces ganador del Dakar esperase que Nani Roma cometiera algún tipo de error como los que ya cometió en el pasado. Sin embargo, el catalán se ha mostrado más maduro e infalible que nunca, y al contrario que en otras ocasiones en las que también había comenzado muy bien la prueba pero que después se le escapaba el triunfo entre los dedos, esta vez sí supo rematar la faena. Tal vez, porque como reza el titular, 2013 fue el año de Nani, que prácticamente ganó todo lo que corrió y de manera impecable. Sin duda se merece que hagamos un breve repaso a su temporada en los Raids.
La lluvia y el calor de Abu Dhabi testigos de la 1ª victoria en la Copa del Mundo:
Ocasión especial para Nani. Con el marco incomparable del circuito de Yas Marina, la Abu Dhabi Desert Challenge daba comienzo con el dominio de los Mini desde la primera etapa. En esta ocasión Krzysztof Holowczyc mandaba en la corta etapa prologo de apenas 3 kilómetros, mientras que el piloto español se situaba a las espaldas del polaco. Sin embargo, la principal amenaza para los participantes era una espectacular tormenta de arena que reducía bajo mínimos la visibilidad.
A pesar de salir segundo, Roma se encontraba tras la primera sección de la segunda etapa liderando la carrera sobre unas dunas muy reblandecidas por la lluvia de la mañana y con la obligación de tener que navegar sin prácticamente referencias. Algo que sin duda le ha servido a posteriori de cara al Dakar y los días en el desierto. A pesar de estar segundo tras la Ford Ranger de Lucio Álvarez, Nani ya ponía en práctica su estrategia de esperar los errores del resto.
No tardaría en llegar. El accidente del argentino dejaba a Roma sólo en cabeza, llegados al ecuador de la carrera. Los problemas con el sistema de bloqueo del diferencial le obligarían a gestionar de la mejor forma posible el paso de las dunas, ya que un error en forma de quedarse encallado, podría haber acabado con su carrera. Tras defenderse de hombres como el brasileño Guilherme Spinelli o Jean-Louis Schlesser, con el que finalmente mantendría un mano a mano en la distancia similar al vivido durante la última semana del Dakar con su compatriota, Peterhansel. Los 26 minutos y 58 segundos de ventaja le permitían conseguir su primera victoria en la Copa del Mundo de Rallyes Cross Country.
Desafío Ruta 40. El primer contacto con Sudamérica y una nueva victoria:
La prueba argentina sería sin duda una buena toma de contacto para los pilotos en una rally que uniría nombres tan conocidos como Jujuy, San Miguel de Tucumán, la región de Catamarca, Chilecito y San Juan. El equipo Mini llegaba con los deberes hechos tras completar una semana completa de test en Marruecos. De nuevo, la perfecta conexión entre el piloto y su mano derecha, Michel Perin, marcaría la diferencia en el momento de llegar a las etapas con arena.
Al igual que el Dakar de 2014, el Desafío Ruta 40 comenzaba con un terreno marcado por recorridos técnicos de montaña, similar al que se utiliza en las pruebas del WRC. De nuevo el mal tiempo se encargaba de retrasar el inicio de la prueba un día, ya que la organización no podía volar el helicóptero de seguridad. Esta vez con el local, Orly Terranova como principal rival, Nani mandaba desde el primer día acostumbrándose a diferencias de tiempo muy pequeñas tras etapas de 350 kilómetros contra el crono (sólo 2:30 minutos con Terranova el primer día).
De nuevo, el tercer día de carrera dejaba un hecho familiar, la pareja del Mini “amarillo” eran los únicos capaces de encontrar uno de los puntos GPS y a pesar de perder 10 minutos tras sufrir un pinchazo y quedarse empanzado en una duna, aumentaría su ventaja sobre Terranova tras la penalización de 15 minutos asignada al compañero de Nani Roma. Con la trágica noticia del fallecimiento del motard argentino Nicolás Rojas se bajaba el telón negro de una cita que era una especie de “copia pequeña” del Dakar que disputaría meses después. Tres de cinco victorias de etapa posibles y su segundo triunfo consecutivo, esta vez en las Dakar Series.
Baja Aragón. Séptima victoria en casa, sueño hecho realidad:
Ser profeta en su tierra y además ganar el Rally-Raid más importante del viejo continente. Esos son los dos objetivos para un piloto español que encara una Baja España-Aragón que llevaba sin ganar desde 2009. En el caso de Roma, tras cuatro victorias en motos y dos en coches, la única intención es la de seguir agrandando el palmarés y a ser posible frente a su gran rival y compañero de equipo, Stéphane Peterhansel, en lo que sería su primer enfrentamiento directo.
La victoria en la prólogo de 6,5 kilómetros era una gran forma de comenzar la prueba en la que destacaban otros nombres como el del líder de la general de Copa del Mundo Cross Country y cuatro veces ganador de la Baja española, Jean-Louis Schlesser. Con una filosofía de rally completamente distinta a las citas anteriores, mucho más al sprint, Roma se colocaba rápidamente en las primeras posiciones a pesar de la gran cantidad de polvo en suspensión que se encontraba en las dos especiales de la segunda etapa.
A mitad del día, delante de él se encontraba Stéphane Peterhansel al que un problema mecánico (rotura de un freno de disco) le obligaría a detenerse y ceder el liderato a su compañero. En aquel momento la cortesía entre ambos permanecía intacta, e incluso Nani pararía para preguntarle si necesitaba ayuda. Orly Terranova volvería a ser el principal escollo para el triunfo final que llegaba un día más tarde, con 4:32 minutos de ventaja sobre el argentino, en un podio totalmente dominado por los Mini All4. Séptimo triunfo en la Baja Aragón para Roma, que deshacía las tablas que figuraban en el marcador entre él e Isidre Esteve.
Baja Hungría. Cuarta aparición, triunfo y a pensar en el Dakar:
De nuevo otra cita de tres días con la que seguir rodando el coche de X-Raid y una nueva oportunidad de sumar valiosos puntos de cara a un posible asalto a la Copa del Mundo de Cross Country después de que Schlesser declinara hacer acto de presencia para defender su renta en el campeonato. Su principal rival en esta ocasión volvería a ser Krzysztof Holowczyc al cual aventajaría en sólo 40 segundos tras los dos primeros días de competición.
Los 86 kilómetros de la etapa del domingo no presentarían grandes cambios, permitiendo a Roma ampliar su ventaja en dos segundos sobre el polaco y consiguiendo su segundo triunfo consecutivo en una carrera de este tipo. Esta victoria le permitiría sumar 30 puntos y encaramarse a la segunda posición de la Copa del Mundo FIA, superando al propio Holowczyc, y situándose a sólo seis puntos de Schlesser.
Tras sólo disputar en 2012 un Raid más a parte del Dakar, la temporada 2013 estaba permitiendo a Nani acumular importantes kilómetros de cara a la siguiente edición del Rally-Raid más duro del planeta. Además, mantenía la esperanza de poder correr en dos de las tres pruebas que quedaban en la temporada e intentar convertirse en Campeón del Mundo, algo que ya consiguió Carlos Sainz en el pasado. Sin embargo, X-Raid decidía dejarle fuera de la Baja Polonia para comenzar a centrarse en el Dakar, mientras que su compañero Holowczyc sí competiría en la recta final de la Copa del Mundo, consiguiendo el titulo para el equipo de Sven Quandt tras imponerse a Schlesser y su clásico buggy.
Si os fijáis, uniendo las cuatro pruebas disputadas por Nani Roma en 2013 (dejando de lado la pasada edición del Dakar) nos sale prácticamente el mismo guión vivido durante las tres primeras semanas de enero. Sin errores, ayudado por el gran trabajo de navegación de su copiloto, Michel Perin y con la fiabilidad del conjunto coche-piloto que le ha permitido alzarse con su segundo tuareg en las calles de Valparaíso.
Además de los raids, su intenso programa de preparación se completó con rallyes de tierra que le daban ese punto de velocidad y técnica necesarias para las etapas de Argentina, así como otras participaciones en la Gymkhana Grid de Ken Block (en la que también conseguiría la victoria) o los X-Games de Barcelona, finalmente cancelados por las intensas lluvias y el precario estado de la pista.