Ver nacer un campeonato siempre es especial, más aún si estamos hablando de todo un Campeonato del Mundo de una categoría que se encuentra en plena expansión, el RallyCross. Motorpasión F1 tuvo la oportunidad de asistir hace dos semanas a la primera cita del Mundial de esta disciplina que combina la acción y la lucha cuerpo a cuerpo de los circuitos con la técnica y el constante cambio de las condiciones que se viven en los rallyes.
La experiencia desde luego es única, así como la oportunidad de vivir una carrera de RallyCross en un circuito de los clásicos, tal vez no tan bonito como el de Lousada, pero sí con las características que tienen los trazados de esta categoría, muy diferente a los artificiales y provisionales que se utilizan en el GRC. Las carreras son pura adrenalina. Desde que se lee el mensaje de “Ready to race” hasta que se ve caer la bandera a cuadros pasan poco más de cinco minutos. Cinco minutos de verdadera emoción y batallas en cada una de las curvas.
37.000 personas se dieron cita durante los dos días en un circuito que apenas cuenta con cuatro graderíos y poco más de un kilómetro de longitud. Gente venida de prácticamente todos los rincones de Europa, pero con una gran presencia de aficionados españoles, algo que demuestra que esta es una disciplina que poco a poco va tomando protagonismo en nuestro país. Todos ellos pudieron asistir a un campeonato que a pesar de recibir el título de Mundial, sigue presumiendo del mismo carácter familiar y trato cercano por parte de los pilotos.
En esta situación, prácticamente todo el paddock se alegró de ver que Petter Solberg celebraba su primera victoria desde que sustituyó el WRC por el RallyCross, nueve años después de que celebrase su triunfo en el Rally de Gales, el último en el Mundial de Rallyes. Los aficionados también expresaron todo su cariño y afinidad por el “vikingo” que celebró de la única forma que sabe él, dando rienda suelta a todas sus emociones. Y os podéis imaginar que fueron muchas tras tanto tiempo y con el añadido de que lo conseguía dirigiendo su propio equipo.
Ramona Karlsson fue otra que recibió el cariño del público y no únicamente por su género, sino porque la sueca demostró en pista que tiene velocidad, hace grandes salidas y es capaz de luchar cuerpo a cuerpo con cualquiera. Junto a la velocidad de los Peugeot 208 de Hansen y el acercamiento de los Volkswagen Polo mk5 a la cabeza fueron las notas positivas del fin de semana.
Algo muy distinto fue el decepcionante rendimiento de los coches de LD Motorsport (así como su actitud en algunos momentos) y el no poder ver a los pilotos del equipo oficial de Peugeot en la final. Timmy Hansen y Timur Timerzyanov a buen seguro hubieran dado guerra a Petter Solberg. Sin embargo ambos cayeron en semifinales y nos dejaron con un segundo día que en cuanto a competición nos dejó algo fríos tras un primer día que fue todo un regalo para los ojos. El dominio absoluto de Solberg fue palpable vuelta tras vuelta de una final que quedara marcada como la primera página de un Campeonato del Mundo de RallyCross que tiene muchas otras por delante escritas con letras doradas.
Agradecer a Sito que nos haya cedido sus imágenes de la acción que pudimos ver durante el fin de semana en Montalegre, podéis ver estas y muchas más en su página web (SitoRally), así como otras muchas muy interesantes.