Hace unos años, concretamente el 28 de abril de 2006 con motivo del BMW Motorsport Day, la marca bávara decidió llevar uno de los monoplazas de su escudería, BMW-Sauber, al Nordschleife. Al volante de un BMW Sauber F1.06 de esa misma temporada (algo que hoy en día no podría hacer debido a la prohibición de la FIA) Nick Heidfeld tuvo la oportunidad única de rodar con un monoplaza de la máxima categoría en el Infierno Verde.
Este acto, más allá de la pura anécdota, se trataba de la primera vez que un monoplaza de Fórmula 1 rodaba en el Nordschleife tras 31 años de ausencia. Hasta dentro de poco ya que la noticia hoy es que unos cuantos años después, de nuevo un monoplaza volverá a pisar el asfalto del mítico trazado de Eiffel. Un acto promocional de Mercedes-Benz con motivo de la edición 2013 de las 24 horas de Nürburgring servirá para que el nuevo embajador de la marca, Michael Schumacher, descuelgue el casco momentáneamente.
Para el Káiser no será la primera vez que recorra el mítico trazado con una flecha plateada. En 2011, y junto a su entonces compañero, Schumacher se subió a un Mercedes-Benz W196 Streamliner, la primera flecha plateada(Rosberg lo hizo a un W196 sin carenar). En esta ocasión, y debido a las limitaciones de la FIA que obligan a las escuderías a utilizar un monoplaza con al menos dos años de antigüedad (para que no sirva como test encubierto), Michael Schumacher se subirá a un monoplaza de 2011, un Mercedes MGP W02.
En 2006, y aunque ninguna vuelta de las tres que dio podía considerarse que fuese a "buscar" tiempos, algunos medios dejaron caer que el tiempo que podría haber marcado estaría por debajo de la barrera de los 6 minutos. Raro sería que el siete veces campeón del mundo fuese a darse algo más que un paseo, pero para aprovechamos para recordar que el récord oficioso del Nordschleife está en manos del malogrado Stefan Bellof. A bordo de un Porsche 956, el alemán consiguió en calificación un tiempo de 6:11.13 (en el trazado de 20,832 kilómetros).
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