Mi Gran Premio de Singapur 2012: Vettel coge el testigo de Hamilton

Por sorprendente que parezca, seguimos con la absurda y curiosa tendencia de alternar abandonos entre los pilotos llamados a luchar por las victorias. Si en Monza abandonaron tanto Sebastian Vettel como Jenson Button, Singapur les dio la opción de volver a erigirse en protagonistas de una carrera realmente interesante, que podría haber sido mucho más incierta de lo que fue si no llega a hacer su aparición el esperado Safety Car en el momento que lo hizo.

Esta vez la cruz le tocó a Lewis Hamilton. El piloto británico está viendo como se le esfuma un título que probablemente hubiera sido de los más fáciles de su carrera hasta la fecha, pues no debemos olvidar que el McLaren ya fue el mejor coche a inicio de temporada, y tras un bache de unas carreras, vuelve a partir como favorito en cada una de las citas. Pero el dato es demoledor: las últimas cinco carreras de Hamilton se han saldado con 2 victorias y 3 abandonos, alternando con una precisión suiza las alegrías con las penas. Y lo peor del caso: pocos de los malos resultados de Lewis son achacables a él. Eso no debe ayudar demasiado en su renovación.

Si Hamilton ve como la diferencia con Alonso vuelve a ampliarse peligrosamente, pues cada vez quedan menos carreras, el que vuelve a aparecer en la ecuación es Sebastian Vettel. En mi última crónica quise darle dos carreras de margen al piloto alemán, y me ha sobrado una. Probablemente no hubiera ganado de mantenerse Hamilton en la misma hasta el final, pero Vettel no le perdió la cara en ningún momento a la carrera, e incluso cuando Button intentó quemar sus últimas cartas, respondió con una autoridad aplastante, en lo que fue una bonita lucha de cronos entre ambos pilotos, que parecen ser un clásico en este GP.

Pero el que siempre está allí arriba, sumando puntos valiosísimos cuando su coche no está para llegar tan arriba, es Fernando Alonso. Mientras sus rivales van alternándose los problemas, Fernando se dedica a sacar lo máximo de su Ferrari. Siempre es capaz de minimizar daños, como sintetizó estupendamente su mala salida y posterior recuperación en la misma primera vuelta. Pero el margen cada vez será más complicado de mantener con un coche que probablemente a estas alturas, sólo de para hacer quintos en condiciones normales. El 5º clasificado pierde 15 puntos en una carrera respecto al ganador de la misma. Sabéis lo que quiero decir, ¿no?

La gran ventaja con la que cuenta hoy por hoy Fernando Alonso, es que en teoría los McLaren y los Red Bull pueden ir robándose puntos entre ellos. Pero eso sólo hará que alargar la agonía. O Ferrari da un golpe sobre la mesa y el F2012 da el salto de prestaciones que necesita urgentemente, o ganar este mundial va a acabar dependiendo de la mala suerte de sus rivales. Alonso hará todo lo que esté en sus manos. Eso está más que claro. Pero también está claro que con el tercer coche de la parrilla, no estará solo en sus manos ganar este título.

Sobre las estrategias de Singapur, realmente esperaba ver una carrera con un final donde las gomas se convertirían en auténticas protagonistas. Una diferencia de casi 2 segundos entre blandos y superblandos no vamos a volver a verla más esta temporada, probablemente. Eso, y los problemas de degradación experimentados por casi todos los equipos, planteaban un panorama estratégico de lo más incierto. Pero el Safety Car, en especial el segundo, salió en un momento en el que, salvo catástrofe, la mayoría podría estirar esas gomas hasta el final. Y así fue.

En esta ocasión, los Lotus Renault no dejaron verse en ningún momento por los puestos de cabeza. Es por carreras como estas que me atreví a descartar a Raikkonen en Monza. Las sensaciones de Lotus son de estancamiento desde hace unas carreras. Sé que esa etiqueta histórica de no desarrollar al ritmo adecuado durante la temporada quedó anticuada hace años, pero esta temporada no vendría mal demostrar que así es. Aunque solo fuera para ganar alguna carrera.

Tampoco estuvieron especialmente inspirados en Sauber. Pese a todo, Sergio Pérez logró marcar un punto tras la sanción a Webber. Sin duda, es un premio al atrevimiento en la estrategia diferente, que esta vez no pudo funcionar como sí lo hizo en otras ocasiones, en buena parte por culpa del Safety Car. Al que le tocó brillar en Singapur fue a Paul Di Resta, que logró su mejor resultado en carrera, un 4º, confirmando la mejoría demostrada por Force India en estas últimas carreras.

Por acabar destacando individualidades, no se puede obviar la 12ª posición de Timo Glock para Marussia. Eso es una victoria para la escudería que ha cerrado la tabla de constructores los dos últimos años, y un castigo durísimo para Caterham en el año que más han coqueteado con la Q2. También Felipe Massa hizo una muy buena carrera después del pinchazo de la primera vuelta. Se le necesitará en forma en este tramo final. Finalmente, un comentario sobre Pastor Maldonado y Williams. Hay coche, y creo que este fin de semana hubo piloto. Cuando vuelvan a coincidir ambos de principio a fin, estarán arriba de nuevo.

Sin tiempo para más, nos leemos por aquí después de Suzuka, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).

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