Mi Gran Premio de Japón 2013: la estrategia también se alía con Vettel

No me cansaré nunca de decirlo, pero es que es llegar a circuitos de los que la mayoría de aficionados consideramos “pata negra”, como sin duda lo es Suzuka, y las carreras que casi siempre vemos en ellos son de una categoría superior. En esta ocasión, el trazado japonés tampoco nos falló, y nos regaló una lucha en cabeza de esas que un servidor gusta diseccionar hasta la última milésima.

La cara en el pódium de Mark Webber creo que era bastante expresiva de lo sucedido en la carrera. Muchos hicieron una lectura focalizada en el enfado del australiano con Red Bull por una estrategia a 3 paradas que acabó no funcionando tan bien como la de 2 que siguió Sebastian Vettel, ganador del GP. Pero yo discrepo con esta lectura. Para mí, Webber estaba impotente. Frustrado por haber dejado escapar una victoria que tenía que haber sido suya. E insisto: fue Webber quien la dejó escapar, no nos hagamos pajas mentales.

Lucha entre Webber y Grosjean

Para empezar a dejar escapar la victoria, Mark Webber no supo capitalizar algo que le había costado muchísimo conseguir este año: la pole position. Vale que la salida de Romain Grosjean desde la 4ª posición fue absolutamente soberbia, pero ¿cuántas veces ha dejado escapar Vettel el privilegio de salir en la pole? Incluso cuando el alemán se ha visto superado en los metros/curvas iniciales, no ha dudado ni un segundo en atacar como un poseso para recuperar el lugar de honor antes de finalizar la primera vuelta. Siempre con éxito, todo sea dicho.

En lugar de eso, Webber vio como su primer stint con las gomas medias debía hacerlo a la estela de un Grosjean con un ritmo muy notable. El australiano aguantó el tipo apenas 5 vueltas, para luego comprobar como sus gomas empezaban a dar muestras de agotamiento. Al ver que el Lotus empezaba a poner distancia con su Red Bull, Webber intentó el undercut entrando en la vuelta 11. Grosejan para justo la vuelta posterior, salvando así la posición en pista respecto a Webber.

En el segundo stint, con gomas duras en todos los monoplazas, queda claro que la foto de la carrera es otra. Ahora es el Red Bull el que muestra un ritmo superior, sufriendo Grosjean para aguantar el tipo. Pero claro, Webber debía pasar a Romain en pista si quería poder marcar el ritmo que realmente tenía en su monoplaza. En el momento en el que se le echa lo suficientemente encima a Grosjean como para intentar el adelantamiento, en lugar de intentarlo, entra a boxes para su segunda parada. Era la vuelta 25. Quedaba mucho para el final, pero en Red Bull consideran que o Webber va a 3 paradas, o no tiene nada que hacer con Grosjean.

Habrá quien defienda que Webber debería haber intentado adelantar a Grosjean y seguir con su estrategia a 2 paradas, pero casualmente, el propio Webber nos demostró en el último stint que eso de adelantar al Lotus no era tarea sencilla, y Vettel venía amenazando por detrás. Para Red Bull, además, un ataque a dos bandas a Grosjean era la opción más clara que tenían de superarlo, como al final hicieron con los dos coches.

Vettel hace su carrera

La carrera de Vettel fue realmente de menos a más. Vimos a un Vettel mucho más fallón en su pilotaje que de costumbre. Muchas pasadas de frenada, muchas pérdidas de trayectoria. Su primer stint no fue nada bueno, para ser justos, pero como toca hacer en esas situaciones, minimizó pérdidas, y aprovechando la pelea al frente entre Webber y Grosjean, intentó empezar a adquirir una ventaja que sería a la postre decisiva: alargar sus stints para finalizar la carrera con gomas más frescas que el resto.

Y si en el mal primer stint sacó algo positivo, su segundo stint, con duras nuevas, fue absolutamente demoledor y decisivo. Recortó tiempo a los dos pilotos de cabeza con un ritmo buenísimo, e incluso creo que forzó la segunda parada de Grosjean para evitar un undercut del alemán. Pero lo que seguramente nadie esperaba, es que Sebastian alargara ese stint 8 vueltas más que el francés, y lo más impresionante de todo, perdiendo en este esfuerzo únicamente 8 décimas con Grosjean.

En el último stint, con una ventaja de 8 vueltas en sus gomas, Vettel simplemente tuvo que dar cuenta de Grosjean cuanto antes y marcar un ritmo lo suficientemente rápido para que Webber no pudiera alcanzarlo con su juego de medios. Grosjean no le duró ni un suspiro. Sin embargo, cuando Webber se encontró con el francés, con una ventaja de gomas aún mayor que la de Vettel, todo sea dicho, no tuvo manera de dar cuenta del Lotus. Y es que en esos pequeños detalles, se acaban perdiendo o ganando carreras. Las estrategias no son buenas o malas. A veces son los pilotos los que las hacen buenas o malas. Tenemos infinidad de ejemplos.

Alonso, el mejor del resto

Del resto de la carrera, simplemente destacar mi asombro por la gestión, en general, de Ferrari. No tengo muy claro si realmente les interesa o no el subcampeonato, pero la impresión es que no. Suerte tuvieron del unsafe release de Nico Rosberg, porque la desobediencia de Massa podría haber tenido implicaciones mayores. Como de costumbre, Fernando Alonso se las apañó para ser el mejor del resto. La contrapartida es Sauber. El coche funciona estupendamente en este final de año, y no hay otra explicación posible para ver como Hulkenberg y Gutiérrez peleaban a final de carrera con Raikkonen y Rosberg, respectivamente. Casi nada.

No me gustaría finalizar este post sin un emotivo y afectuoso recuerdo para María de Villota. Creo que todavía no acabo de creerme la dureza de este triste final. Descanse en paz y siempre con esa eterna sonrisa dondequiera que esté. Nos leemos después del Gran Premio de India por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).

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