Mi Gran Premio de Japón 2011: Sebastian Vettel ya es bicampeón

Podría escribir unas cuantas líneas poniendo de relieve los increíbles números de Sebastian Vettel en esta todavía no finalizada temporada 2011. De entrada, se acabó el entretenimiento de adivinar en qué Gran Premio el joven alemán sería coronado como el bicampeón más joven de la historia. Pero iré más allá. Yo siempre he sido más partidario de hacerme la pregunta al revés: ¿en qué Gran Premio Vettel se proclamó oficiosamente campeón del mundo? Porque no nos engañemos: esto último pasó hace ya unas cuantas carreras.

Fue realmente sorprendente volver a comprobar cómo lo que todos esperábamos fuera un paseo militar de los Red Bull, que deberían haber destrozado al resto especialmente en el precioso primer sector de Suzuka, se convirtió en uno de las pocas demostraciones de flaqueza del año. Y me incluyo en eso de “todos”. No leí ni una opinión contraria al repaso que iba a meter Red Bull en Suzuka en toda la semana.

Perdón. Realmente, miento. Yo mismo escribí en mi twitter hace unos días que también todos esperábamos un repaso de los que hacen época de los Red Bull en Silverstone, y la cosa fue como fue. Pero os aseguro que lo hice sin intención de vaticinar nada, y que no me pertoca ninguna medalla por eso. No esperaba otra cosa que no fuera un paseo de Vettel, y desde luego, nada más lejos de la realidad.

La verdad es que después de este Gran Premio, tendríamos que hacer todos un ejercicio de profunda reflexión. Creo que no tenemos ni idea de las claves que hacen tan y tan bueno al RB7. Sí, podemos aproximarnos a adivinar algunos puntos que saltan a la vista, pero creo que el potencial de este coche va mucho más allá. O dicho de otro modo, creo que la evolución de un coche ya notoriamente bueno, como lo era el RB6, ha sido magistral. Cuando parecía que el RB6 no podría mejorarse, Newey y compañía se han sacado un RB7 de la manga repleto de pequeños grandes avances que han superado su creación anterior. Miedo me da lo que pueda esperarnos el próximo año.

No está de más recordar como todos, equipos y pilotos rivales incluidos, marcaban Silverstone y Suzuka como los dos circuitos Red Bull por antonomasia. Pues han sido dos de las pocas pistas en las que el RB7 ha transmitido la sensación de estar contra las cuerdas de una manera más evidente. ¿Y dónde tocaba que los de las bebidas energéticas sufrieran? Por ejemplo, en Spa y Monza. Los resultados en esas dos pistas son de sobras conocidos. Red Bull ha cambiado el arrasar en Silverstone o Suzuka y sufrir en Spa o Monza, por ganar en las dos últimas, y hacer podium en las dos primeras. En un campeonato del mundo que premia la regularidad de los resultados, y no las diferencias acumuladas en cada carrera, eso es una clara evolución. Pero el mensaje que quiero transmitir es claro: si logramos entender en profundidad al RB7, puede que nos llevemos más de una sorpresa.

Más allá de esta observación, en Suzuka disfrutamos de una carrera de las que Vettel nos ha privado en tantas ocasiones este año. Una carrera con una lucha abierta por la victoria. Las diferencias entre los de arriba fueron mínimas, y cualquier pequeño detalle podía decantar la balanza para un lado u otro. Al final, se llevó el gato al agua el más listo, y en esta ocasión, también el más rápido: Jenson Button. Vuelvo a quitarme el sombrero ante esta nueva versión del británico. Ahora es Jenson el que se pelea con Alonso, mientras un irreconocible Hamilton se pega en pista, literalmente, con Massa. Tomemos aire durante un momento, y pensemos lo muchísimo que hay detrás de estas nuevas parejas de baile.

Por abrir un momento y cerrar inmediatamente el debate: yo no comparto esa teoría de algunos de que si la carrera hubiera durado una vuelta más, Button se hubiera quedado sin gasolina. Estoy absolutamente seguro que si la carrera hubiera durado una vuelta más, Button hubiera empezado a ahorrar gasolina una vuelta antes. La precisión con la que los equipos son capaces de hacer los cálculos de consumo es alucinante, y si no, no hace falta más que recordar la pole de Hamilton en Canadá el año pasado. ¿Y si no hubiera salido el Safety Car? Buena pregunta. Yo creo que el Safety tampoco estuvo tantas vueltas, y en cualquier caso, el hecho de eliminar por completo las diferencias existentes también pudo provocar que Button hubiera tenido que tirar de un mapa motor más agresivo durante las primeras vueltas tras el Safety Car, que de no haber salido no hubiera sido necesario. Lo sé, es todo especular, pero creo que este tipo de cálculos los tienen muy por la mano.

Sobre la gran carrera de Fernando Alonso, poco puedo añadir. El Ferrari fue realmente bien con los blandos, e incluso en algún momento, y siempre cruzando los dedos para cuando tocara montar los medios, parecía que podría luchar por la victoria. Pero con el juego de medios hubo un bajón importante al inicio del stint, y ahí parecieron escaparse las pocas opciones de victoria que tenía, visto el ritmo de Button. Por detrás, unos poco combativos Vettel y Webber, con órdenes de equipo de por medio, no pusieron en aprietos a Fernando. No sé cómo todavía hay quien se echa las manos a la cabeza por evitar problemas en pista en la situación en la que Red Bull estaba. Lo contrario hubiera sido lo ilógico.

En fin, esta vez me despido felicitando a Sebastian Vettel, quien ha bordado esta temporada, hasta la fecha. Y esperar que las carreras que nos quedan sean por lo menos tan disputadas como la que vivimos en Suzuka.

Nos leemos después de Corea por aquí, o durante la espera en mi twitter (@smarcusf1).

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