Tanto tiempo esperando que se apagaran los semáforos en la recta del Albert Park, y la verdad es que la primera carrera del año se esfumó como si nada. Reconozco que empezar un campeonato en Australia es algo que me encanta. Diría que tengo motivos muy objetivos para que así sea, y si no, que alguien me recuerde la última vez que tuvimos una carrera sosa en la tierra de los canguros.
Los que creyeron que el domingo sería un fiel reflejo de lo insinuado en la sesión de clasificación del sábado, supongo que se llevarían una muy grata sorpresa. Este año habrá que ser muy cauto a la hora de sacar conclusiones de lo que podemos ver en carrera valorando únicamente la calificación.
No voy a entrar ahora a valorar si tiene algún sentido el poder usar libremente el alerón móvil durante los libres y la calificación (para mí, no lo tiene), pero es evidente que ese factor altera los tiempos, y por qué no decirlo, las diferencias reales (como ejemplo, el tiempo de la pole de Vettel fue un 1:23:529, mientras la vuelta rápida de Massa en carrera fue de 1:28:947). Dicen que el Red Bull es capaz de accionar mucho antes el DSR al disponer de más downforce, y por ello su ganancia en tiempo al usar el ala móvil es mayor que el resto. Puede ser, pero eso no vale para nada en carrera.
Efectivamente, en carrera comprobamos que el Red Bull está por encima del resto, aunque no tan por encima como parecía el sábado. Y no soy de los que piensa que Vettel pudiera ir tan relajado el domingo. Seguro que tenía más margen en el bolsillo que Hamilton, que a la postre era el que tenía el papel de perseguidor, pero dudo que dejara de tirar fuerte antes de comprobar en su último stint que las gomas duras no serían un problema, como lo habían sido en el coche de Webber en su segundo stint de carrera.
Pero para ser sincero, si me dicen que Webber no ha pilotado este fin de semana un Red Bull me lo creo. No se entiende la enorme diferencia de rendimiento con su compañero. Habrá que seguir muy de cerca las interioridades de Red Bull este año, porque me da a mí que empiezan las desconfianzas demasiado pronto. Y hagámoslo extensivo también a las externalidades: lo del alerón delantero flexando hasta casi rozar el suelo empieza a ser ya demasiado escandaloso, y la historia del mini-KERS, no KERS, o lo que quiera que Newey se haya inventado, tampoco deja de tener su miga. Muchos misterios por desvelar. En definitiva: nada que no haya acompañado históricamente a los equipos dominadores en Fórmula 1.
Sin embargo, lo que realmente nos importa para lo mucho que queda de temporada es si hay alguien en condiciones de disputarle este título a Red Bull Vettel. Voy a poner en primer lugar de los otros candidatos a McLaren. Tras su presuntamente desastrosa pretemporada, el MP4-26 está ahí arriba. Y si McLaren empieza bien, que nadie tenga ninguna duda que acabará mejor. Para Malasia ya tienen preparadas nuevas piezas, cosa que sin duda hará que muchos tengan que ponerse las pilas en el desarrollo de sus monoplazas. Confieso que no esperaba una reacción tan inmediata y de semejante calibre. Pero también confieso que de cara al espectáculo, es magnífico tener a Hamilton y Button con un buen coche.
¿Y Ferrari? Os preguntaréis muchos de vosotros. Pues ahora mismo tengo la sensación que está en ese punto de equilibrio inestable en el que se puede desplazar a cualquiera de los dos extremos posibles: la resignación de otro año en el que las opciones dependerán de las manos de Fernando Alonso, o la posibilidad real de disputar el título. Aunque el sábado el coche no respondió como se esperaba, en carrera la cosa fue diferente. Pese a una mala salida de Alonso (segunda consecutiva en Australia), el asturiano fue capaz de imprimir un ritmo constante, como de costumbre, especialmente en un espectacular último stint con las duras. Por lo visto el domingo, parece que la opción lógica hubiera sido una estrategia a 2 paradas, pero digo yo que nadie mejor que ellos conocerá su relación con las Pirelli. En fin, tampoco la estrategia ha sido últimamente el punto fuerte de este equipo.
Felipe Massa tampoco estuvo mal del todo. No tiene la constancia de Fernando, ni por asomo, pero cuando se encuentra a gusto con el coche es capaz de rodar rápido, cosa que sin duda es una buena señal sobre las posibilidades reales del Ferrari. De hecho, en la tabla de mejores tiempos por sectores, los dos Ferrari encabezan los tiempos de los S2 y S3 (curioso tras la sangría que supuso este sector el sábado para Alonso), y sólo se ven superados por Webber en el S1. Parece que hay coche, aunque quedan detalles por pulir. A ver si con temperaturas de asfalto algo más calientes la cosa mejora un poco.
Sin extenderme mucho más, vayamos a las menciones de honor. La primera, como no podría ser de otro modo, para Vitaly Petrov. No me voy a sumar a la ya extendida pregunta de “¿dónde hubiera llegado Kubica con este Renault?” por respeto al carrerón del ruso. Nadie le regaló nada ni tuvo una carrera fácil. Todo es mérito de su salida y su gestión de la carrera. Un 10.
Tampoco me quiero olvidar, pese a la descalificación, del sensacional Sergio Pérez. Hizo una soberbia carrera de veterano, retando a las temidas Pirelli a una única parada. Nada, como si fueran unas Bridgestone cualquieras (y el Checo no las llevó el año pasado). Hacer eso, y hacerlo tan bien como fue capaz de hacerlo, merecen un largo aplauso. Sí, descalificaron a los Sauber tras la carrera (sigo sin entenderlo: si el coche está verificado tras la Q3 y hay parque cerrado, alguien ha hecho mal su trabajo), pero que le quiten lo bailao.
La última mención, y probablemente la más importante de todo el post, a Pirelli. Han hecho un trabajo extraordinario, y el resultado está la vista. Hacía mucho tiempo que no me divertía tanto leyendo estrategias en una carrera. Creo que nos van a dar muchas alegrías esta temporada. Eso sí, desde ya pido a la FOM, como ya reclamé en mi twitter tras la carrera, que ponga más información sobre las gomas en pantalla. Puede ser fundamental este año.
Lo sé, me dejo muchas cosas en el tintero, pero lo bueno, si breve, dos veces bueno. En Malasia tendremos la reválida, y quizás en mi análisis no me olvide de detalles como el desastre de Mercedes GP, la buena impresión que me quedó del DRS, la no participación de Hispania en la carrera, o lo sensiblemente lentas que fueron las paradas de Ferrari en relación a Red Bull o McLaren.
En Motorpasión F1 | Gran Premio Australia Fórmula 1