McLaren y Alonso destacan en la mejor carrera del año. Bandera a Cuadros GP de Canadá 2010

Nuevamente, el precioso trazado semiurbano de Montreal ha dado la razón a todos los que nos echamos las manos a la cabeza cuando el señor de pelo blanco decidió eliminarlo del calendario. Un circuito con nombre Gilles Villeneuve sólo puede albergar espectáculo en él, y no hay carrera en Canadá que no nos regale una tarde repleta de emociones fuertes.

Este año volvimos a tener una gran carrera en Canadá (para mí, la mejor de este año), con muchos alicientes que la hicieron, emoción de las acciones puntuales al margen, muy interesante desde todos los puntos de vista posibles, empezando por el estratégico, y acabando por el que más gusta a los aficionados: las luchas directas entre pilotos. Y por qué no, por ser si cabe más concretos, la lucha directa entre dos viejos amigos: Lewis Hamilton y Fernando Alonso.

Empezaré esta vez hablando de Fernando Alonso. Después del desastre de Turquía, cruzar el Atlántico con un coche sin apenas evoluciones no auguraba grandes cosas. Pero enseguida quedó claro que el trazado canadiense le sentaba mucho mejor al F10 que el Istanbul Park, y las puertas del podium se abrieron con una meritoria 4ª posición en la parrilla de salida, convertida en 3ª tras la sustitución de la caja de cambios del Red Bull de Mark Webber.

En carrera, Fernando Alonso estuvo realmente brillante, sacando siempre el máximo partido de las complicadas gomas. La igualdad entre el Ferrari del asturiano y el McLaren de Lewis Hamilton nos regaló una preciosa batalla entre los dos, que sólo se decidió por pequeños detalles a favor de Hamilton. Porque sí, aunque Alonso quedara finalmente tercero, tenía la carrera prácticamente ganada si no llegan a aparecer los dichosos doblados (y Buemi, que no era doblado).

El propio Fernando Alonso lo dijo al finalizar la carrera: los doblados le habían quitado en esa carrera 10 puntos. Pero Fernando se quedó algo corto en su valoración. No sólo le quitaron los 10 puntos de diferencia que hay entre la primera y la tercera posición, sino que le quitaron la opción de que Hamilton hubiera sumado 7 puntos menos de los que sumó, y Button, 3 menos. Conclusión: le quitaron la posibilidad de cerrar su difícil arranque con un complicado F10, que se verá renovado y esperemos que mejorado en Valencia, como líder del Mundial. Y eso sin que Alonso y su Ferrari estén todavía del todo finos.

Pero esa es la dura realidad, y saber gestionar el tráfico también es una de las exigencias de la Fórmula 1 actual. Y esta carrera en particular, fue muy complicada en lo que a tráfico se refiere. El esfuerzo de los mecánicos de Ferrari para que Alonso superara a Hamilton en su primera parada a boxes – en una maniobra de Lewis, todo sea dicho, que pensaba que, por lo menos, sería investigada – se quedó en nada cuando tras la segunda parada de Hamilton, Alonso vio como un Lotus estropeaba su vuelta clave de entrada a boxes, perdiendo finalmente la posición con Hamilton. Más tarde, casi al final de la carrera, la mala suerte de encontrarse a Karun Chandhok justo antes de la recta de antes de meta (y el F-Duct del McLaren) hizo que incluso perdiera la segunda posición en beneficio de Jenson Button, que marcaba a la pareja de cabeza por si podía pescar algo (como sucedió finalmente).

Y me he comido medio Bandera a Cuadros con los tres de cabeza. Gran noticia, por otra parte. Por cierto, antes de pasar página, mencionar que por fin alguien pudo robarle una pole a Red Bull. Fue exprimiendo el reglamento hasta el límite, pero así de caras están las poles hoy por hoy. Y ya que he mencionado a Red Bull, un breve apunte: erraron la estrategia, les costó mucho gestionar los neumáticos, y encima Vettel tenía problemas en su monoplaza. Pese a todo, acabaron 4º y 5º. Será clave este año minimizar la sangría de puntos cuando un fin de semana se tuerza.

Me gustaría también destacar lo divertidas que son las carreras cuando la diferencia entre compuestos es realmente significativa, y no testimonial como de costumbre. Mucho se había criticado, con toda la razón del mundo, a Bridgestone por hacer unas gomas extremadamente duraderas, pero esta vez las blandas no aguantaban ni diez vueltas (importante: al inicio de la carrera), y este elemento tan simple dio como resultado una carrera de lo más compleja a nivel de estrategias, realmente complicada de seguir (¡imprescindible más que nunca el portátil con los tiempos!), pero apasionante como hacía tiempo no veíamos. Además, la evolución de la pista (temperatura y goma depositada), fue haciendo variar el comportamiento de los neumáticos (parecía imposible que Alonso y Hamilton fueran a acabar con ese segundo juego de duros después de lo visto en su primer stint con ese compuesto), haciendo trabajar, y mucho, a las mentes pensantes del muro.

Y aunque no me queda tiempo para mucho más, acabaré con unos breves: muy divertida, por su antigua relación, la lucha entre Felipe Massa (¿seguro que lo han renovado?) y Michael Schumacher; una pena el abandono de De La Rosa por la locura en la salida de Petrov; imperdonable la maniobra de entrada al pit lane de Robert Kubica; gran carrera de Sebastian Buemi, por fin, aunque su defensa del liderato provisional que disfrutó posibilitó el adelantamiento de Hamilton a Alonso antes de la segunda parada de ambos; y no hubo Safety Car, sin que por ello se viera resentido el entretenimiento de la carrera. ¡Que todas sean como ésta!

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