No hay perdón ni excepción. Y no lo tenía que haber habido en las dos primeras pruebas del campeonato. Mclaren, al igual que ocurrió en el último GP de Bahrain, volverá a ocupar el último box, el que le corresponde, en Montmeló. Es duro, pero es una de las consecuencias del espionaje.
La propuesta que Max Mosley envió a Bernie Ecclestone, proponiendo un trato especial para Mclaren para que pudiera ocupar un box más grande ha dejado de tener efecto en el Gran Circo. ¿Será una muestra de que el escándlo Mosley comienza a pasar factura? Eso sí, el poderoso don dinero ha permitido que la escudería de Woking tenga mejor lugar y espacio suficiente para ubicar toda su parafernalia mediática en el paddock.
Vía | TheF1.com