La escudería de Woking se apuntó no hace demasiado a la moda de las llantas lenticulares fijas en las ruedas delanteras, pero ha sido la primera en darle rápidamente otra vuelta de tuerca al invento de Ferrari desde que la Scuderia ideó el diseño, y el resto de equipos se limitaron a copiarlo en sus monoplazas.
El MP4-23 de Lewis Hamilton ha sorprendido hoy con un diseño particular en sus llantas delanteras, ya que la habitual cubierta fija de fibra de carbono que se ubica en la llanta de las ruedas delanteras, venía provista de una pieza adicional que sobresale de la superficie de la llanta para extenderse más allá de la banda de rodadura del neumático. La moda de los apéndices por todos los rincones del monoplaza ha llegado también a las llantas.
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Ahora bien, si esos curiosos tapacubos tienen como principal acometido la optimización del flujo turbulento que habitualmente se genera en las llantas por el simple hecho de girar, esa pieza, tal y como la vemos en la foto, ¿no es un obstáculo demasiado brusco para que se lo encuentre el flujo de aire en su camino? Yo diría que su función no debe ser aerodinámica (¡qué raro!), pero la verdad es que, a parte de la posible búsqueda de optimización de la refrigeración del sistema de frenado, no me explico qué otra función pueden desempeñar esas piezas. Espero con ansias oír lo que nos dicen los expertos.
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